Hi, my name is Ronald, and I’m going through one of the hardest moments of my life.

I came to the United States with a simple but powerful hope: to live without fear. To leave behind a past full of pain, insecurity, and threats—and to start over in a place where I could build a life with dignity and peace.

I trusted a group of attorneys to handle my asylum case. I gave them everything I had: my story, my trust… and my savings. They promised to support me, to guide me, to represent me. But over time, their silence became suspicious. Months later, after checking official records, I discovered the truth: they never filed my documents. Nothing. Absolutely nothing. I had been deceived.

Now I find myself completely alone in California. No family, no work permit, no income… and no legal support when I need it the most. I’m stuck in a painful limbo, unable to move forward or go back. Every single day feels like a battle against uncertainty.

I live in constant fear of being deported. Not because I did something wrong, but because someone else failed me. Because I trusted, and I was betrayed. And even though it wasn’t my fault, I’m the one left to carry the consequences.

Still, I refuse to give up or hide. I don’t want to live in the shadows. I want to do things the right way—legally, respectfully, and with faith that this country, which once opened its doors to me, will also listen to my story.

That’s why I’m turning to you. My only option now is to hire a private attorney who will truly fight for me, the way I would fight for any human being.

If you’ve ever felt fear, hopelessness, or the need to start over… maybe you understand a small part of my story.

Your support—no matter how small—could be the difference between being forgotten and having the chance to rebuild my life with dignity.

Thank you for reading, for sharing, and for helping.

With gratitude,

Ronald

Hola, mi nombre es Ronald, y estoy atravesando uno de los momentos más duros de mi vida.

Llegué a los Estados Unidos con una esperanza sencilla pero poderosa: vivir sin miedo. Dejar atrás un pasado lleno de dolor, inseguridad y amenazas, y comenzar desde cero en un lugar donde pudiera construir una vida digna y en paz.

Confié en unos abogados para llevar mi caso de asilo. Les entregué todo lo que tenía: mi historia, mi fe… y mis ahorros. Me prometieron acompañarme, guiarme, representarme. Pero con el tiempo, el silencio se hizo sospechoso. Meses después, al revisar los registros oficiales, descubre la verdad: nunca presentaron mis documentos. Nada. Absolutamente nada. Me habían engañado.

Hoy me encuentro completamente solo en California. Sin familia, sin permiso de trabajo, sin ingresos… y sin el respaldo legal que tanto necesito. Estoy atrapado en una espera dolorosa, sin poder avanzar, ni retroceder. Cada día es una batalla contra la incertidumbre.

Vivo con un miedo constante a ser deportado. No porque haya hecho algo malo, sino porque me fallaron. Porque confié y me traicionaron. Y aunque no fue culpa mía, soy yo quien carga con las consecuencias.

A pesar de todo, no quiero rendirme ni esconderme. No quiero vivir en las sombras. Quiero hacer las cosas bien. Legalmente. Con respeto y con fe en que este país, que me abrió las puertas, también sabrá escuchar mi historia.

Por eso recurro a ti. Mi única opción ahora es contratar un abogado privado que me represente y luche por mí como yo lo haría por cualquier ser humano.

Si alguna vez haz sentido miedo, desesperanza o la necesidad de empezar de nuevo, entonces quizás puedas entender una parte de mi historia.

Tu apoyo, por pequeño que sea, puede ser la diferencia entre ser olvidado o tener la oportunidad de reconstruir mi vida con dignidad.

Gracias por leerme, por compartir, por ayudar. Con gratitud,

Ronald