OUR FIGHT TO BRING IVY HOME CONTINUES

Hello everyone. (Translated in Spanish below). We sincerely appreciate all of you that have helped us out. Our fight continues. I have had some feedback and just want to clarify to all that this is not a scam. We are truly living a nightmare and would appreciate any assistance. CPS is not wanting to let go of our Ivy. They are doing all they can to isolate us. If anyone has every experienced this you know what that feels like. They have been treating all of us as guilty without even investigating the true cause of all this. The delivery room. Please share this and please pray for us.

Thank you!!!

To all our family, dear friends, and anyone who is able to join our fight, we are reaching out to ask for help in a horribly difficult time in our lives. We are fighting to regain a missing piece of our family.

Over six months ago, our daughter Rebeca took her newborn child to an urgent care facility due to a red rash on her face. After being directed to the children’s hospital, the situation quickly escalated. Based on assumptions and the opinion of a dermatologist who only ever saw a photo of the rash, Rebeca and my granddaughter’s father were accused of child abuse.

The physicians began doing further studies under the guise of finding ‘underlying causes’ for the rash. To the new parents’ shock, X-rays showed evidence of healing leg fractures. When Rebeca and her partner told the doctors that they had no idea when or how any of this occurred, CPS became involved, and they had their child taken from them. Imagine waking up one morning, thanking God for your precious one-month-old newborn, giving her all your love and affection, and by the end of the day, your baby is taken from you. This is the nightmare we have been living for the past six months.

To provide some background, our beautiful grandchild was born via emergency C-section. While Rebeca was in labor, the baby was not advancing down the birth canal normally. After the surgery and delivery, Rebeca was informed that the baby was ‘stuck’ in her pelvis, leading to the decision to do an emergency cesarean. We believe the injuries were caused during birth when they were trying to pull and tug the baby out of the womb. Our grandchild, Ivy, was six weeks old at the time when the accusations were made. The healing fractures were estimated by doctors to be six weeks old. The expert opinion of a pediatric radiologist, who has specialized in child abuse cases, has determined that birth trauma could not be ruled out in this case.

CPS caseworkers have tried countless times to force Rebeca and her partner to admit to causing the injuries. Of course, they will not admit to something that is not true. We have researched several similar cases, and it’s apparent that this is not an uncommon situation. We have enlisted the help of a lawyer who has defended similar cases, who has been excellent in guiding and assisting us through this time.

We have reached a point where we no longer have sufficient funds to continue this huge fight against CPS and the court system, which is focused on setting the blame on these innocent loving parents. We are asking for help so we may continue this fight. Today is for our grandchild; tomorrow may be for someone else who will find themselves in the same situation just for seeking medical attention for their child. This is not right. Please, if you can find it in your hearts to help, we sincerely appreciate it. We miss our grandchild so much, and of course, Rebeca is completely distraught and incomplete without her baby daughter with her.

Anything helps. Please imagine the helpless feeling of being falsely accused of hurting your child and having them taken away from you. Imagine not being able to nurse her, cuddle her, comb her soft hair, or bond with her during the most precious time in her life. Please help us be able to bring Ivy home to be with her parents who miss her desperately.

Thank you for your time,

The Camacho Family

Hola a todos. Agradecemos sinceramente a todos los que nos han ayudado. Nuestra lucha continúa. He recibido algunos comentarios y solo quiero aclarar que esto no es una estafa. Estamos viviendo una pesadilla y agradeceríamos cualquier ayuda. Los Servicios de Protección Infantil (CPS) no quieren dejar ir a nuestra Ivy. Están haciendo todo lo posible para aislarnos. Si alguien ha pasado por esto, sabe lo que se siente. Nos han tratado como culpables sin siquiera investigar la verdadera causa de todo esto. La sala de partos. Por favor, compartan esto y oren por nosotros. ¡Gracias!

A toda nuestra familia, queridos amigos y a cualquiera que pueda unirse a nuestra lucha, les pedimos ayuda en este momento tan difícil de nuestras vidas. Luchamos por recuperar a una parte de nuestra familia que nos falta.

Hace más de seis meses, nuestra hija Rebeca llevó a su bebé recién nacido a un centro de urgencias debido a un sarpullido rojo en la cara. Tras ser derivada al hospital infantil, la situación empeoró rápidamente. Basándose en suposiciones y en la opinión de un dermatólogo que solo vio una foto del sarpullido, Rebeca y el padre de mi nieta fueron acusados ​​de maltrato infantil.

Los médicos comenzaron a realizar más estudios con el pretexto de encontrar las causas subyacentes del sarpullido. Para sorpresa de los nuevos padres, las radiografías mostraron evidencia de fracturas de pierna en proceso de curación. Cuando Rebeca y su pareja les dijeron a los médicos que no tenían ni idea de cuándo ni cómo ocurrió todo esto, intervino la CPS y les arrebataron a su hijo. Imaginen despertar una mañana, agradeciendo a Dios por su preciosa recién nacida de un mes, dándole todo su amor y cariño, y al final del día, que les arrebatan a su bebé. Esta es la pesadilla que hemos estado viviendo durante los últimos seis meses.

Para dar un poco de contexto, nuestra hermosa nieta nació por cesárea de emergencia. Mientras Rebeca estaba de parto, el bebé no avanzaba por el canal de parto con normalidad. Tras la cirugía y el parto, a Rebeca le informaron que el bebé estaba atascado en su pelvis, lo que llevó a la decisión de practicarle una cesárea de emergencia. Creemos que las lesiones se produjeron durante el parto, al intentar jalar al bebé para sacarlo del útero. Nuestra nieta, Ivy, tenía seis semanas cuando se hicieron las acusaciones. Los médicos estimaron que las fracturas en proceso de consolidación tenían seis semanas de antigüedad. El dictamen pericial de un radiólogo pediátrico especializado en casos de maltrato infantil determinó que no se podía descartar un traumatismo de nacimiento en este caso.

Los trabajadores sociales de CPS han intentado en innumerables ocasiones obligar a Rebeca y a su pareja a admitir que causaron las lesiones. Por supuesto, no admitirán algo que no es cierto. Hemos investigado varios casos similares y es evidente que esta situación no es infrecuente. Hemos solicitado la ayuda de un abogado con experiencia en casos similares, quien nos ha guiado y asistido de manera excelente durante este período.

Hemos llegado a un punto en el que ya no contamos con fondos suficientes para continuar esta enorme lucha contra los Servicios de Protección Infantil (CPS) y el sistema judicial, que se centra en culpar a estos padres inocentes y amorosos. Pedimos ayuda para poder continuar esta lucha. Hoy es por nuestra nieta; mañana podría ser por alguien más que se encuentre en la misma situación solo por buscar atención médica para su hija. Esto no está bien. Por favor, si sienten la necesidad de ayudar, se lo agradecemos sinceramente. Extrañamos mucho a nuestra nieta y, por supuesto, Rebeca está completamente angustiada e incompleta sin su pequeña hija.

Todo ayuda. Imaginen la impotencia de ser acusados ​​falsamente de lastimar a su hija y que se la arrebaten. Imaginen no poder amamantarla, abrazarla, peinar su suave cabello ni conectar con ella durante el momento más preciado de su vida. Ayúdennos a traer a Ivy a casa para que esté con sus padres, quienes la extrañan desesperadamente.

Gracias por su tiempo,

La familia Camacho