Ayúdame a seguir luchando por mi hija, mamá con cáncer

Hola, mi nombre es Ramona Hernández Alvarado tengo 39 años soy de Chihuahua, México y soy mamá de una bebé hermosa que llegó a mi vida como un milagro. En septiembre de 2023, un mes después de que naciera mi hija, me diagnosticaron cáncer de recto etapa 4 con metástasis en hígado. Desde entonces, mi vida ha sido una lucha constante por seguir adelante, por resistir el dolor… y sobre todo, por verla crecer.

Ser madre primeriza con cáncer ha sido indescriptiblemente duro. En los primeros meses, sufría sangrados y dolores tan intensos que me hacían desmayarme. Pasaba semanas hospitalizada y muchas veces dependía de donaciones de sangre y plaquetas para sobrevivir. Aun así, cada vez que pensaba en rendirme, bastaba mirar a mi pequeña para recordarme que aún tenía razones para pelear.

En septiembre de 2024 me dieron una pequeña esperanza: los tumores habían disminuido y tal vez podrían operarme. Pero solo pesaba 38 kilos, así que decidieron darme 5 radiaciones al recto antes de operarme. Esos días fueron una tortura; mi cuerpo no aguantó y volví a ser hospitalizada. Aun así, me recuperé con toda la esperanza puesta en la cirugía.

Lamentablemente, para el día programado, los tumores en el hígado ya habían crecido de nuevo. No era candidata. Fue como recibir un balde de agua fría. Cambiaron el tratamiento a un segundo esquema de quimioterapia. Recibí 10 más entre noviembre y abril de 2025, pero no funcionaron. En mayo volví a recaer con sangrados fuertes, otra hospitalización, y una nueva biopsia reveló que el cáncer había avanzado: ahora había líquido en el hígado, el peritoneo estaba comprometido y aparecieron dos nódulos en los pulmones.

Desde entonces, estoy recibiendo un tercer esquema de quimioterapia. Pero ahora necesito urgentemente estudios genéticos especializados que determinarán si existe alguna otra terapia que pueda darme una nueva oportunidad. Estos estudios tienen un costo de $104,400.00 se llama FoundationOne Cdx, los cuales se realizan en Boston, también se me solicita un PET-CT costo $73,000.00 para revisar si el tumor está creciendo. Desgraciadamente el cáncer paso a huesos, ambos pulmones, hígado y recto. Me cambiaron la quimioteria a pastillas tomadas es la STIVARGA cuesta $33,000.00 con 24 comprimidos yo necesito 84 porque debo tomar 4 diarios por 21 días.

Además, vivo con una colostomía permanente y tengo un catéter puerto implantado para recibir los tratamientos. Mi cuerpo está muy debilitado, pero mi espíritu aún se aferra. Porque tengo una razón poderosísima para seguir: mi hija

¿Por qué necesito tu ayuda?

Los gastos médicos, estudios PET-CT, Estudios genéticos, medicamentos, traslados y hospitalizaciones han sobrepasado nuestras posibilidades. Hemos tocado todas las puertas posibles y agotado los recursos. Lo que más deseo es tener acceso al tratamiento adecuado, seguir con vida y ver a mi hija dar sus primeros pasos, decir sus primeras palabras… verla crecer.

Antes del cáncer

Antes de esta enfermedad, era una mujer llena de vida. Me encantaba reír, caminar, viajar, y disfrutaba cada momento con mis seres queridos. Soñé con ser mamá durante años y cuando por fin lo logré, sentí que mi vida tenía un propósito profundo. El cáncer me ha quitado mucho, pero no me ha quitado mi esperanza, ni el inmenso amor que tengo por mi bebé.

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¿Cómo puedes ayudar?

Cualquier aportación, por mínima que parezca, puede hacer una gran diferencia.

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De todo corazón, gracias por leerme, por ayudarme, y por acompañarme en esta batalla. No quiero rendirme. Quiero vivir. Quiero seguir siendo mamá.

Con esperanza,

Ramona Hernández