Ayúdame a que mis hijos regresen a mis brazos.

Hola! Soy Karen Manzano, mami de Akshar y Avory, mis dos pequeños que, con el corazón en pedazos, no he podido abrazar en más de un año. El padre de mis hijos los sacó sin mi permiso a Estados Unidos, y desde entonces he luchado sin descanso para traerlos de vuelta a casa, aquí en La Paz, BCS, donde los tres vivíamos felices antes de separarme de él debido a la violencia doméstica.

Ya he agotado todos mis ahorros en esta batalla legal, y, tristemente, me encuentro en un punto donde ya no tengo más recursos. La primera abogada que contraté me ayudó a defenderme de una demanda sin fundamento en EE.UU., en la que se pedía la custodia de mis hijos. Esa defensa me costó más de 40,000 dólares. Ahora, para el juicio de restitución internacional, he tenido que contratar a una abogada especializada, cuyo costo es de 90,000 dólares. Esta es la única forma de poder volver a abrazar a mis hijos.

Aunque ya hay fecha para el juicio, estoy desesperada porque necesito reunir el dinero lo más pronto posible para que mi abogada comience a preparar mi defensa. Si no le pago, no podrá hacerlo. El tiempo sigue pasando, y la angustia me consume. Mi pequeño hijo fue llevado cuando tenía solo 2 años, y ya ha cumplido 3 lejos de mí. Mi hija mayor cumplió 6 en diciembre, y no poder estar con ellos mientras crecen es un dolor que no puedo describir.

He intentado conseguir ayuda legal gratuita, pero tristemente me negaron la ayuda de manera fría y desalmada. A pesar de todo, sigo luchando con cada fibra de mi ser, pero el costo en dólares me supera.

Cada centavo que puedas donar será una esperanza más para reunir an mis niños conmigo . Todo lo recaudado se destinará exclusivamente a pagar los honorarios de los abogados que están peleando por mí y por el derecho de mis hijos a regresar a su hogar, an mis brazos.

Desde lo más profundo de mi corazón, les agradezco cualquier ayuda. Cada donación es una bendición, y no pierdo la fe de que muy pronto podré volver a abrazar a mis niños. Gracias por ser parte de esta lucha y por ayudarme a recuperar lo más preciado que tengo: mis hijos.

Dios los bendiga.

Hello! My name is Karen Manzano, mother of Akshar and Avory, my two little ones whom I haven’t been able to hold in over a year. Their father took them without my permission and has kept them in the U.S., and since then, I’ve been fighting tirelessly to bring them back home to La Paz, BCS, where the three of us lived happily before I separated from him due to domestic violence.

I have exhausted all my savings in this legal battle, and sadly, I’ve reached a point where I no longer have the resources. The first lawyer I hired helped me defend myself against a baseless lawsuit in the U.S., where their father was asking for custody of the children. That defense cost me over $40,000. Now, for the international restitution trial, I had to hire a specialized lawyer whose fee is $90,000. This is the only way I can bring my children back to my arms.

Although the trial date has been set, I’m desperate because I need to raise the money as soon as possible for my lawyer to start preparing my defense. If I don’t pay her, she won’t be able to do it. Time keeps passing, and the anguish is overwhelming. My little boy was taken when he was just 2 years old, and he has already turned 3 away from me. My eldest daughter turned 6 in December, and not being with them while they grow up is an indescribable pain.

I tried to find pro bono legal help, but sadly, I was coldly denied any assistance. Despite everything, I’m fighting with every fiber of my being, but the costs in dollars are beyond my reach.

Every penny you can donate brings hope of reuniting my family. All funds will go directly to paying the lawyers who are fighting for me and my children’s right to come back home to my arms.

From the bottom of my heart, I thank you for any help you can provide. Every donation is a blessing, and I have faith that very soon, I’ll be able to hold my children again. Thank you for being part of this fight and helping me recover the most precious thing I have: my children.

God bless you.