Ayuda para salvar a mi abuela, el alma de nuestra familia.

Queridos seres, ángeles en la tierra…

Estamos pasando por tiempos muy duros y difíciles. Nunca imaginamos que la vida nos pondría frente a este abismo, pero aquí estamos, luchando por la persona que nos ha dado todo: mi abuela, Haydeé Guerrero de Acevedo, ella está librando la batalla más dura de su vida contra el cáncer rectal.

Ella, la mujer que nos enseñó a sonreír incluso en los días grises, la que convierte cada habitación en un hogar con su risa, la que abraza como si el amor fuese a acabarse mañana… ahora necesita nuestros abrazos. Los médicos hablan de estadísticas y tratamientos, pero yo solo escucho el latido de su corazón cansado, el mismo que durante años latió incansable por mí y toda nuestra familia.

Ella deberá enfrentar una dura y dolorosa lucha con sesiónes de quimioterapia y radioterapia en conjunto. Cada radiografía es un recordatorio de lo frágil que somos. Y aunque ella sigue sonriendo y diciendo "esto no me vencerá", las facturas médicas nos están ahogando. No quiero que el dinero sea la cadena que le impida seguir luchando. Por eso, con lágrimas en los ojos y fe en el alma, les pido de rodillas: ayúdennos a darle esta oportunidad.

Hemos creado una campaña en GoFundMe para cubrir los costos de sus tratamientos, cirugías y cuidados paliativos. No les pido montones de dinero… les pido un granito de arena, una oración, una palmada en el hombro para que mi abuela sienta que no está sola.

Si cierran los ojos y recuerdan su voz cantando en las mañanas, sus consejos a media noche, o ese platillo que solo ella sabe cocinar… entenderán por qué no puedo rendirme. Ella es mi raíz, mi cielo, mi razón para creer en los milagros.

Aunque no puedan donar, compartan este mensaje. Sus palabras de aliento son como vitaminas para su espíritu. Cada "¡Ánimo!", cada "Estamos contigo", le devuelven un pedacito de fuerza.

Desde lo más hondo de este corazón agrietado por el miedo… gracias. Gracias por ser parte de esta cadena de amor que nos mantiene en pie.

Con esperanza y gratitud infinita,

Gabriel Álvarez

Nieto de Haydeé Guerrero de Acevedo, guerrera de luz.