In Loving Memory of My Beautiful Mami

It’s with a very heavy heart that I share the passing of my beautiful mami. Writing this is one of the hardest things I’ve ever had to do, but I want to honor her memory in the way she truly deserves.

My mom spent the last part of her life bravely fighting an aggressive form of neuroendocrine cancer. Despite her strength, courage, and endless will to keep going, the illness took her from us far too soon. She was only 52 years old.

If you were lucky enough to know her, you know how unforgettable she was. She had a way of lighting up every room with her sense of humor, her joyful singing, her contagious laughter, and her iconic dance moves—whether it was rock & roll or zapateado. She was the life of every party.

This is something I never imagined myself having to write—especially not under these circumstances—but I’m here, with a heavy heart, asking for help. My family and I are doing everything we can to give my mom the kind of farewell she truly deserves—one that reflects the beauty of her soul, the joy she brought into every room, and the deep love she gave so freely to everyone around her.

Any donation, big or small, means the world to us. Donations will go toward her memorial, and anything left will help us cover medical bills and ease the financial burden on our family during this incredibly painful time.

Thank you from the bottom of my heart for your kindness, support, and for keeping my mom’s memory alive with us.

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Es con un profundo dolor en el corazón que comparto el fallecimiento de mi hermosa mami. Escribir estas palabras es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer, pero quiero honrar su memoria como verdaderamente se merece.

Mi mamá pasó la última etapa de su vida luchando valientemente contra una forma agresiva de cáncer neuroendocrino. A pesar de su fuerza, su coraje y su inmensa voluntad de seguir adelante, la enfermedad se la llevó demasiado pronto. Tenía apenas 52 años.

Quienes tuvieron la suerte de conocerla saben lo inolvidable que era. Tenía una forma especial de iluminar cada lugar con su sentido del humor, su canto alegre, su risa contagiosa y sus icónicos pasos de baile —ya fuera rock & roll o zapateado—. Era el alma de cada fiesta.

Jamás imaginé tener que escribir algo así, y mucho menos en estas circunstancias, pero hoy, con el corazón en la mano, pido su ayuda. Mi familia y yo estamos haciendo todo lo posible para darle a mi mamá la despedida que realmente merece —una que refleje la belleza de su alma, la alegría que llevaba a cada lugar y el profundo amor que entregó generosamente a todos los que la rodeaban.

Cualquier donación, grande o pequeña, significa el mundo para nosotros. Las donaciones se destinarán a su servicio memorial, y cualquier excedente ayudará a cubrir gastos médicos y a aliviar la carga financiera que enfrentamos en este momento tan doloroso.

Gracias desde el fondo de mi corazón por su amabilidad, su apoyo y por mantener viva la memoria de mi mami junto a nosotros.