Hola, mi nombre es Josué.
Hace un tiempo que estoy luchando contra la leucemia, pero como yo soy mucho más que un diagnóstico, déjame contarte un poco sobre mí. Tengo 18 años, soy de Guayaquil, Ecuador, y me considero alguien alegre, sencillo y sin complicaciones. Me encanta salir a comer, jugar PlayStation y, sobre todo, el fútbol: jugarlo, verlo, comentarlo, repetir partidos una y otra vez si hace falta.
A los 15 años recibí una noticia que cambió mi vida para siempre: cáncer en la sangre. Desde entonces he recorrido un camino largo y difícil, lleno de pruebas, pero también de mucha fe y aprendizajes.
El 24 de abril de 2025 me informaron que necesitaba un trasplante de médula ósea. En menos de un mes viajé a Cali, Colombia, y lo que parecía un corto viaje se convirtió en el inicio de una nueva vida. El 24 de junio recibí mi trasplante, de la persona menos pensada… mi hermana menor. Desde ese día lucho cada mañana con la certeza de que me corre por las venas sangre de campeona. He pasado por cuidados intensivos, días de dolor y momentos en los que pensé en rendirme, pero mi fe permanece intacta: sé que Dios me dará la fuerza para volver a mi vida normal y convertirme en la mejor versión de mí mismo.
Hoy, gracias a mis médicos, a mi familia, a personas que sin conocerme me han apoyado y a quienes me acompañan con sus oraciones, me encuentro estable. Pero aún me queda un largo camino de terapias, medicamentos y controles médicos para recuperar mi salud por completo.
Lamentablemente, cada día implica nuevos gastos médicos muy altos, y aunque mi familia hace todo lo posible, necesitamos ayuda para continuar con este tratamiento que me da la oportunidad de vivir.
Por eso hoy te abro mi corazón y te pido que, si está en tus posibilidades, me ayudes con una donación. Cada aporte, por pequeño que parezca, significa esperanza, vida y la oportunidad de volver a mis sueños: jugar fútbol, disfrutar de mi familia y vivir plenamente.
¡Gracias por leerme y por apoyarme en esta batalla!.




