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Valeria strong let's beat this together!!!!!
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It all started with a strange ringing in the ear that immediately became the word nobody wants to hear: cancer. A few days later, she had a surgical procedure at Baptist Hospital in Miami. It took 4 hours for the doctors to remove a malignant tumor from her brain, but they couldn't remove it all. 16 months of radiation and chemotherapy followed. She went through it bravely because "God is in control." But, life surprised her again when her smile twisted, and her left hand did not respond. Again, another scary word: stroke. Unfortunately, her body is not producing the necessary platelets and that is why she received several blood transfusions. The treatment should continue. What is the reason to keep fighting? Her family. Her little guardian angels, Sebastian (11 years old) and Matías (12 years old), every time they see her, they give her endless hugs. Her husband José is the best partner for this battle. Her sister Roxana takes care of her as she did when they were little girls in their native Argentina. The prayers of her mother Elvira and the good energy of her brother-in-law Gustavo help her immensely. Her dog Sultan doesn’t ever leave her side and neither does her friends. Valeria has medical insurance, but the co-payments exceed 40 thousand dollars. The goal is for Valeria to focus only on her health, and not to worry about medical expenses. This 41-year-old warrior needs us. Together we can achieve it. Hope is intact.
Todo comenzó con un extraño zumbido en el oído que de inmediato se convirtió en la palabra que nadie quiere escuchar: cáncer. A los pocos días la operaron. Los médicos del Baptist Hospital en Miami tardaron 4 horas para extraer de su cerebro un tumor maligno, pero no pudieron quitarlo todo. Siguieron 16 meses de radiación y quimioterapia enfrentados con valentía porque “Dios está en control”. Pero, la vida la sorprendió nuevamente cuando su sonrisa se torció y su mano izquierda no respondió. Nuevamente otra palabra que da pánico: stroke (accidente cerebrovascular). Lamentablemente, su cuerpo no está produciendo las plaquetas necesarias y por eso ha recibido varias transfusiones de sangre. El tratamiento debe continuar. ¿Cuál es el motivo para seguir luchando? Su familia. Sus pequeños ángeles de la guarda, Sebastián (11 años) y Matías (12 años), cada vez que la ven le dan abrazos reparadores. Su esposo, José, es su fiel compañero de batalla. Su hermana Roxana la cuida con esmero tal como lo hacía cuando eran niñas en su natal Argentina. Los rezos de su mamá Elvira y la buena energía de su cuñado Gustavo la ayudan inmensamente. Su amigo perruno, Sultán, no la abandona y sus amigos tampoco. Valeria, de 41 años, tiene seguro médico, pero los co-pagos superan los 40 mil dólares. La meta es que ésta guerrera se preocupe solamente por su salud y no por los gastos médicos. Entre todos podemos lograrlo. La esperanza está intacta.
Todo comenzó con un extraño zumbido en el oído que de inmediato se convirtió en la palabra que nadie quiere escuchar: cáncer. A los pocos días la operaron. Los médicos del Baptist Hospital en Miami tardaron 4 horas para extraer de su cerebro un tumor maligno, pero no pudieron quitarlo todo. Siguieron 16 meses de radiación y quimioterapia enfrentados con valentía porque “Dios está en control”. Pero, la vida la sorprendió nuevamente cuando su sonrisa se torció y su mano izquierda no respondió. Nuevamente otra palabra que da pánico: stroke (accidente cerebrovascular). Lamentablemente, su cuerpo no está produciendo las plaquetas necesarias y por eso ha recibido varias transfusiones de sangre. El tratamiento debe continuar. ¿Cuál es el motivo para seguir luchando? Su familia. Sus pequeños ángeles de la guarda, Sebastián (11 años) y Matías (12 años), cada vez que la ven le dan abrazos reparadores. Su esposo, José, es su fiel compañero de batalla. Su hermana Roxana la cuida con esmero tal como lo hacía cuando eran niñas en su natal Argentina. Los rezos de su mamá Elvira y la buena energía de su cuñado Gustavo la ayudan inmensamente. Su amigo perruno, Sultán, no la abandona y sus amigos tampoco. Valeria, de 41 años, tiene seguro médico, pero los co-pagos superan los 40 mil dólares. La meta es que ésta guerrera se preocupe solamente por su salud y no por los gastos médicos. Entre todos podemos lograrlo. La esperanza está intacta.
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Organizer
Jessalyn Palacios
Organizer
Miami, FL