Urgente: Salvemos la vida de Fernando

Hola, mi nombre es Gabriela Montaño Sandoval y hoy recurro a ustedes con el corazón en la mano para pedir ayuda para mi abuelo, Fernando Sandoval, un hombre increíble de 82 años, padre de dos hijos y abuelo de cuatro nietos que lo amamos profundamente.

El 19 de marzo, mi abuelo vivió uno de los momentos más difíciles de su vida. Esa mañana, como de costumbre, se levantó para prepararse un café, pero su corazón le jugó una mala pasada. A causa de su arritmia cardíaca, sufrió un accidente cerebrovascular (ACV), lo que hizo que se desmayara y se golpeara fuertemente la cabeza, provocándole un traumatismo craneoencefálico.

Desde ese día, su salud ha ido en deterioro. Ya había sido operado del corazón años atrás y vivía con un bypass, pero ahora enfrenta una lucha aún más dura: insuficiencia cardíaca y renal severa. Su vida depende de 4 a 5 diálisis urgentes, cada una con un costo de aproximadamente $1,500.

Además, requiere traslados en ambulancia, medicamentos costosos, alquiler de un concentrador de oxígeno ($150 por semana) y atención de una enfermera ($70 diarios). Hasta ahora, hemos agotado todos nuestros recursos y la cuenta médica ya supera los $6,000.

Lamentablemente, debido a la crisis hospitalaria en Venezuela, su avanzada edad y su delicado cuadro clínico, no ha podido recibir el tratamiento adecuado que requiere en un hospital. Por ello, nos vemos obligados a recurrir a centros privados, donde los costos son inalcanzables para nosotros. El médico nos ha dado un ultimátum: si no recibe sus diálisis en las próximas 72 horas, su vida estará en grave peligro.

Si logra superar esta crisis y recibir las diálisis que necesita, su lucha continuará con un proceso de rehabilitación para tratar los daños causados por el ACV. Mi abuelo necesita recuperar su movilidad para volver a caminar, mover sus brazos y hablar nuevamente. Queremos darle la oportunidad de seguir adelante y mejorar su calidad de vida.

Mi abuelo y mi abuela están solos en Venezuela, sin recursos suficientes para enfrentar esta crisis. Nosotros, su familia, estamos haciendo todo lo posible, pero ya no podemos más.

Por eso, les pido de todo corazón que nos ayuden a salvar su vida. Cada donación, grande o pequeña, hará la diferencia. Si no pueden donar, por favor ayúdennos compartiendo esta historia.

Mi abuelo es un hombre fuerte, ha superado muchas batallas en la vida, y con su apoyo, creemos que puede ganar esta también. ¡Gracias por su generosidad y oraciones!