Una Casita Para Don Gilberto!
Gilberto Irizarry de 81 años de edad, mejor conocido como "El Corso" se encuentra desde antes del huracán Fiona, María, años atrás, viviendo en unas condiciones terribles en el pueblo de Adjuntas, Puerto Rico.
La entrada a su casa era en bloques de cemento del cual hasta se le dificulta bajarse de ella para accesar una letrina. El olor dentro de su casa, el día que lo encontramos, nos dió la impresión de que el aveces tenía que hacer sus necesidades dentro de ella ya que se le dificulta salir de la misma para llegar al baño que queda en las afueras de su hogar.
Padeciendo de diabetes, con los pies hinchados, repitiendo oraciones, viviendo en un hogar del cual se le dificulta la entrada/salida, con hoyos en el piso, una cantidad de basura enorme, una cocina disfuncional, Don Gilberto ha sobrevivido en estas condiciones por mas de una década.
Don Gilberto, bajo ningunas condiciones, accede abandonar su hogar, sus animales y su terrenito entre las majestuosas montañas del pueblo de Adjuntas, Puerto Rico, donde ba vivido su vida entera.
Luego de hacer un llamado para entonces hacerle mejoras a su hogar, un grupo de voluntarios del mismo pueblo de Adjuntas, se ofrecieron a construirle a Don Gilberto, un hogar digno para un obrero retirado de la cosecha del café, que trabajó toda su vida y nunca le ha pedido nada a nadie. Un hogar que sera construido en el mismo terreno que no quiere abandonar.
En solo casi una semana, Don Gilberto, que nunca se ha dejado ayudar de nadie, que no quiere salir de su hogar hace más de un año, que negaba hasta atención médica; poco a poco, ha brindado su confianza y le ha abierto las puertas de su casita a este magnífico grupo Adjunteño. La clave fue la paciencia, la bondad y la nobleza de genuinamente querer ayudar a este señor.
El primer día que intentamos llevar a Don Gilberto a donde un médico, se negó. Al quinto día de estar con él, el hogar actual de Don Gilberto se limpió, se le hicieron escaleras, lo visitó un médico, se le hizo un estudio de sangre, se dejó llevar a un estudio radiográfico por su rodilla, se gestiona una ama de llaves, visitó a su barbero del pueblo que se sorprendió en verlo después de tantos años, entre cosas buenas. En fin, de no querer salir de su casa, de no querer lidear con nadie, Don Gilberto dió un gran cambio en tan solo pocos días.
Con algunas donaciones tanto monetarias como laborales, se ha preparado parte del terreno para construirle su nuevo hogar. Ayudanos a darle al gran Don Gilberto su casita digna para un Borincano que no quiere abandonar su pedacito de cielo Adjunteño.
Organizer
Efrain Vega
Organizer
Los Angeles, CA