María tenía 7 años cuando llegó por primera vez a EquiWellness 360. Su diagnóstico de parálisis cerebral limitaba su movilidad y la comunicación verbal era un desafío constante. Su madre, con la esperanza reflejada en los ojos, buscaba algo más que terapias convencionales. Buscaba una oportunidad.

Fue ahí donde conoció a Luna, una yegua tranquila y compasiva. El primer contacto fue tímido, pero en ese instante comenzó una conexión silenciosa que las palabras no pueden describir. Cada paso junto a Luna era un paso hacia la libertad. La equinoterapia fortaleció el cuerpo de María, mejoró su equilibrio y, poco a poco, su risa se hizo presente.

Pero EquiWellness 360 no solo transformó a María. También ayudó a Javier, un joven veterano que luchaba contra el trastorno de estrés postraumático. Para él, el contacto con los caballos significó encontrar paz en medio del ruido interno. Y también estuvo Sofía, una adolescente con ansiedad severa, que descubrió en nuestro espacio un refugio donde la calma era posible.

Cada historia como la de María, Javier y Sofía es un testimonio del poder de la conexión entre humanos y caballos. Pero detrás de cada transformación, hay corazones generosos que hacen posible este viaje de sanación.

Hoy, te invitamos a ser parte de esta historia. Con tu donativo, más personas podrán acceder a terapias asistidas con caballos, recibir el apoyo de profesionales dedicados y encontrar en nuestro espacio un camino hacia el bienestar.

Tu ayuda puede significar el primer paso para alguien que necesita sanar, crecer y recuperar la alegría de vivir.

Dona hoy y forma parte de esta transformación.

Cada gesto de apoyo es una rienda que guía hacia la esperanza.