En enero de 2024, justo en el día de Reyes, la vida de Laia cambió para siempre. Dos ictus repentinos dejaron paralizado el lado derecho de su cuerpo y afectaron gravemente su capacidad para hablar y escribir. Desde entonces, Laia lucha cada día, con una fuerza y una determinación admirables, por recuperar lo que la enfermedad le arrebató.

La rehabilitación es larga, costosa y requiere terapias intensivas que no siempre están cubiertas por el sistema sanitario. Pero cada pequeño avance —un movimiento nuevo, una palabra recuperada— es una victoria que nos recuerda que el esfuerzo merece la pena.

Este 15 de septiembre Laia tiene una intervención importante para poder evolucionar y este es el motivo principal de la recaudación.

Con tu ayuda, podemos ofrecerle a Laia las mejores oportunidades para continuar su tratamiento y mejorar su calidad de vida.

Cada aportación, grande o pequeña, es un paso más hacia su independencia.

Ayúdanos a que Laia siga avanzando.