Un empujoncito de amor para Milo ❤️‍ Share love for Milo

Tú no hablas mi idioma, pero entiendes mi alma.

Tu amor no necesita palabras, solo presencia.

Eres ese latido constante que me recuerda que no estoy sola, ese abrazo silencioso que calma mis tormentas.

Milo tiene 10 años y es más que un perrito.

Es mi familia, mi refugio, mi alegría en forma de cuatro patitas.

Y hoy necesita de ti.

Hace unos días, una obstrucción intestinal lo llevó al borde de la muerte. Estuvo dos días en una clínica que lamentablemente no le dio el tratamiento correcto, y su estado se agravó rápidamente. Lo sacamos de urgencia y lo llevamos a una nueva veterinaria, donde un equipo increíble de médicos logró salvarle la vida con una cirugía muy riesgosa para retirar un cuerpo extraño de su pancita.

Ahora Milo está delicado, con una infección severa. Tiene dos vías de suero conectadas, y está comiendo por sonda, ya que aún no puede alimentarse por sí mismo. Todos sus exámenes están alterados, pero él sigue luchando con esa fuerza que solo los animales conocen: la del amor puro.

Los gastos han sido muy altos, y aún necesitamos cubrir medicación, hospitalización, cuidados especiales y exámenes constantes.

Si puedes ayudarnos, aunque sea con un poquito, estarás apoyando no solo a un perrito, sino a un ser que ha llenado nuestras vidas de luz y ternura incondicional.

Gracias por leer, compartir y por tu corazón.

Gracias por creer que los milagros también caminan en cuatro patitas. ❤️‍

Con amor,

Domenica & Milo

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You don’t speak my language, but you understand my soul.

Your love doesn’t need words, just presence.

You’re that constant heartbeat reminding me I’m not alone — that silent hug that calms every storm.

Milo is 10 years old, and he’s so much more than just a dog.

He’s my family, my safe place, my joy wrapped in four little paws.

And today, he needs you.

A few days ago, an intestinal obstruction brought him to the brink of death. He spent two days in a clinic that sadly didn’t give him the right treatment, and his condition worsened quickly. We rushed him to a new veterinary hospital, where an amazing team of doctors saved his life with a risky surgery to remove a foreign object from his tummy.

Right now, Milo is still in a delicate state. He has a severe infection, two IV lines, and he’s being tube-fed because he still can’t eat on his own. His test results are all over the place — but he’s fighting with the kind of strength only animals know: the strength of pure love.

The medical expenses have been very high, and we still need to cover medication, hospitalization, special care, and constant tests.

If you can support us, even a little, you’ll be helping not just a dog — but a soul who’s brought light and unconditional love into our lives.

Thank you for reading, for sharing, and for opening your heart.

Thank you for believing that miracles also walk on four paws. ❤️‍

With love,

Domenica & Milo