Hola, mi nombre es Denis, y quiero compartir contigo una parte muy difícil, pero también muy importante de mi vida.

El 14 de marzo de este año, decidí quitarme los implantes de seno que había tenido por 17 años. Sentía en mi corazón que Dios me estaba guiando a hacerlo. Nunca imaginé que esa decisión sería el inicio de algo tan inesperado.

Unas semanas después, mi doctora me pidió que fuera a su consultorio. El 4 de abril recibí la noticia: los análisis del tejido removido revelaron que tenía cáncer en el seno derecho. Esa llamada cambió mi vida por completo.

Decidí someterme a una mastectomía doble para prevenir que el cáncer pudiera afectar mi otro seno en el futuro. Después de la cirugía, los médicos descubrieron que uno de mis ganglios linfáticos en la axila también había dado positivo. Esto significó que debía comenzar quimioterapia y radiación.

Lo que más temía estaba sucediendo.

Desde los 15 años he trabajado en el mundo de la belleza como estilista, haciendo uñas, pedicura y, sobre todo, trabajando con el cabello. El pelo es mi pasión, mi identidad y mi forma de expresarme. Perderlo, para mí, es algo profundamente doloroso.

Por eso estoy pidiendo tu ayuda.

Existe un tratamiento llamado DigniCap, que se administra durante la quimioterapia y ayuda a reducir significativamente la caída del cabello. Es un tratamiento costoso y no cubierto por el seguro, pero representa para mí una esperanza de mantener algo tan importante durante este proceso tan difícil.

El tratamiento contra el cáncer es ya de por sí duro y doloroso. Saber que existe la posibilidad de conservar mi cabello me da fuerza, ánimo y un poco de normalidad en medio de tanto caos.

Agradezco de todo corazón a cada persona que pueda aportar, por pequeña que sea su ayuda. Cada granito de arena me acerca más a poder recibir este tratamiento y enfrentar este proceso con más dignidad y esperanza.

Gracias por tomarte el tiempo de leer mi historia. Si no puedes donar, te pido que por favor la compartas.

Con gratitud,

Denis