Jose Manuel Cabrera Sanchez

Hoy recordamos la vida de Jose Manuel Cabrera Sanchez — un hombre de fe, de amor, de trabajo duro y de una fuerza tranquila. Aunque nuestros corazones están llenos de tristeza, también encontramos consuelo al saber que Manuel está ahora en paz, en la presencia de Dios.

Manuel fue un hombre cristiano y devoto, alguien que vivía su fe con humildad y convicción. Caminó por la vida con gracia, guiado siempre por los valores que aprendió a través de su fe. No solo creía en Dios, sino que lo demostraba con sus actos — en la forma en que trataba a los demás, amaba a su familia y servía con generosidad a quienes lo rodeaban.

Fue un esposo amoroso, siempre entregado y atento a su esposa. Su amor fue una verdadera muestra de compañerismo — una unión basada en la confianza, en la risa compartida y en el cariño sincero. Como padre, Manuel fue simplemente ejemplar. Fue un protector, un proveedor, un guía, y una fuente constante de amor y apoyo.

Muchos también conocieron a Manuel por su trabajo en el Peking Inn de Camarillo, donde trabajó con dedicación durante años. Ahí no solo fue un empleado; fue un compañero, un amigo, y una presencia cálida que daba la bienvenida a todos con una sonrisa. Su humildad, su ética de trabajo, y su trato amable dejaron huella en quienes lo conocieron.

Manuel fue mucho más que los roles que desempeñó — esposo, padre, trabajador — fue un amigo para muchos, un hombre que sabía cómo hacer sentir a los demás escuchados, valorados y acompañados. Con una palabra amable o una mano extendida, Manuel mostraba su corazón en gestos sencillos pero profundos.

Hoy recordamos a Manuel como un hombre honorable, un hombre de fortaleza y dulzura, de principios y compasión. Fue grande en muchos sentidos, no porque buscara reconocimiento, sino porque dio lo mejor de sí a los demás sin esperar nada a cambio.

Aunque hoy sentimos su ausencia, también celebramos la vida que vivió y el legado que deja en cada uno de nosotros. Y sobre todo, celebramos la esperanza y la paz que nos da saber que está ahora con Dios, libre de dolor, rodeado del amor eterno y la luz divina.

Con Agradecimiento a todos,

Maria Isabel

Jose Manuel Cabrera Sanchez — te vamos a extrañar profundamente. Tu amor, tu risa, tu presencia — se quedan con nosotros, para siempre.

Descansa en paz.