Jefferson Aguilar's Funeral--Memorial y Funeral

Jefferso Roberto Aguilar Guillén, un Angel a quien Dios envió a este mundo un 25 de Nov. de 1999 y como tal, Dios ha querido llevarlo de nuevo con El poco antes de sus 21 años un 5 de Sept. del 2020. Jeffrey o Jeffito como lo llamamos todos, para los que no tuvieron el honor de conocerle, es el menor de 5 hermanos quien por designios de Dios nació con Parálisis Cerebral severo y desde su nacimiento fue agobiado por muchas dolencias, pero tuvo la infinitamente dicha de nacer de los mejores padres que cualquier persona puede desear. Padres que al igual que lo hicieron con sus hijos mayores, dedicaron juntos su vida al cuidado de Jeffito; renunciando a su propio bienestar, por mencionar solo algunas, a pasar noches enteras al pie de una cama en la casa o en un hospital, a derramar lágrimas hasta no poder más, a sufrir por la ausencia de sus hijos mayores que por razones diversas tuvieron que abandonar su país, con brevemente separarse de Jeffito con profundo dolor con tal de ver a sus hijos mayores nuevamente pero con la confianza plena en Dios que más tarde estarían todos juntos nuevamente, a lidiar con las dificultades del idioma en E.U. al buscar cuidado médico para Jeffito, a tener que empujar una silla de ruedas aun cuando era difícil para ellos por sus propias enfermedades; la lista es interminable, pero lo que no tiene fin es la fuerza, el amor y dedicación que los padres tuvieron con Jeffito y que admirablemente también mantuvieron para con otra gente necesitada durante los casi 21 años de vida de Jeffito. A pesar de todas las dificultades que los padres tuvieron que pasar, para ellos siempre fue y será un privilegio el haber hecho lo que hicieron con Jeffito.

Pero por supuesto que dificultades no fue lo único que experimentamos en nuestra familia. A pesar que nunca pudimos escuchar ni una sola palabra de él, también los gestos de amor y cariño por parte de Jeffito fueron interminables. Un simple intento de movimiento de sus manos, un parpadeo, una sonrisa, una lágrima y una mirada expresaban muchísimos sentimientos que llenaron nuestros corazones de gozo. Jeffito nos enseñó que es posible dar amor sin una lengua, pies, y manos que funcionen bien y las cuales son partes de nuestro cuerpo que muchos damos por hecho y que las personas que tenemos capacidades más avanzadas a menudo utilizamos para dañar a nuestros semejantes en lugar de dar amor.

Los últimos días de su vida fueron probablemente los más dolorosos, en toda la extensión de la palabra, que Jeffito y la familia experimentamos. Sin embargo, Jeffito partió con mucha paz, tranquilidad y amor rodeado de sus padres y sus hermanos. Con un dolor insuperable se tuvo que dejar partir al Reino de Dios donde esperamos verlo una vez más y nos consuela saber que ya no sufrirá más.

La familia Aguilar-Guillen estamos infinitamente agradecidos con todos nuestros familiares y amigos por su apoyo durante estos momentos de dificultad y deseamos de todo corazón las bendiciones más grandes para sus familias.  

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Jefferson Roberto Aguilar Guillen, an Angel, sent by God to this world on a 25th of Nov. of 1999, and as such, God wanted him back with Him a little bit before his 21st birthday on a 5th of Sept. 2020. Jeffrey or Jeffito as we call him, for those who didn’t have the honor to know him, is the youngest of 5 siblings who for the will of God was born with severe Cerebral Palsy and since his birth was afflicted by several ailments; however, he had the infinitely good fortune to be born to the best parents anyone could wish to have. Parents that in the same way did everything for their older children, dedicated their life together to the care of Jeffito giving up their own wellbeing, to mention just a few, to spend entire nights by his bedside at home or at a hospital, shed tears until there were no more, carry the suffering for the absence of their older children who for various reasons had to abandon their home country, briefly separate from Jeffito with profound pain to be able to see their older children once again but they always kept absolute trust in God that soon they will all be reunited again, to deal with the language barriers in the United States when seeking medical care for Jeffito, to have to push Jeffito’s wheelchair even when themselves were in pain due to their own illnesses; the list is endless but what doesn’t have an end is the strength, love and dedication that the parents had for Jeffito; at the same time they still found the same strength, love and compassion for other people in need during the almost 21 years of Jeffito’s life. Despite all the difficulties that the parents had to endure, for them it was and will always be a privilege to have done what they did for Jeffito.

Recognized with great happiness is the fact that difficulties are not the only things that we experienced as a family. Despite the fact that Jeffito never spoke a single word, his gestures of love and affection were limitless. A simple attempt to move his hands, a blinking, a smile, a tear, and a glance expressed a lot of feelings that filled our hearts with joy. Jeffito taught us that is possible to love without a tongue, feet and hands that function properly; those are body parts that we often take for granted and which are often used, by people with more advanced capabilities, to hurt other people instead of giving love.

The last days of Jeffito’s life were probably the most painful, in every sense of the word, that he and the family experienced.  However, Jeffito departed in peace and comfort and most important of all surrounded by love from his parents and siblings. With unbeatable pain, we had to let him go to the Kingdom of God where we hope to see him once more and it consoles us to know that he will suffer no more.

The Aguilar-Guillen family is infinitely thankful with all our relatives and friends for their support in these difficult times and we wish with all our heart the biggest blessings for your families.