I'm Lola, HELP ME rebuild my home after the Valencia floods

Hello!

My name is Lola Alexandre, a 74-year-old retired woman living in a quiet neighborhood in the city of Valencia, Spain. I’ve lived a full life, raising my two daughters as a single mom (Alicia and Arancha whose are helping me to write these words), after becoming a widow at the age of 40. I’ve worked hard since I was 8 years old—first picking tomatoes in the fields, then working in carpentry and in my last working years cleaning homes, to eventually retire after contributing to society for many years.

Though I’ve never had luxury, I’ve always had enough to care for my daughters, find joy in my simple routines, and live peacefully in the home I built with my late husband. As a retired widowed woman, every morning, I did gymnastics at the neighborhood center, enjoyed sitting with friends on the bench at Avenida Mediterráneo, and spent my evenings watching my favorite telenovela.

But everything changed on October 29th.

That evening, as I was watching TV, a loud noise from the street made me step outside. A neighbor quickly warned me to flee to higher ground as a wave of water was coming our way. By 7:00 PM, a 1.5-meter-high flood had engulfed my apartment on the ground level of my building in Barrio Orba, Alfafar, Valencia.

From the stairs, I saw the water destroy everything in its path. The only sounds were the breaking of car windows and people calling for help. I had no option but, to stay my beloved neighbors: Paquita, Conchi, Pilar and Amparo for three days, unable to contact my daughters because communication was cut off.

For those three days, my daughters searched desperately for me through social media and contacted emergency services, but the city had collapsed. When they finally found me, they walked 12 kilometers through knee-deep water, dodging open manholes and car piles in the streets. They managed to get me evacuated by van, as I need a breathing machine at night, and there was no electricity or water.

After almost four days of waiting for help, the army finally arrived in our neighborhood.

Now, with the water gone, all that remains is mud and destruction. I returned to my home of 40 years, the place where I raised my daughters and dreamed of growing old with my husband. But nothing is left. We managed to rescue some photos, clothes, and kitchen items, but everything else has been either washed away or destroyed by the mud.

The damage to the house is devastating. The flooring exploded due to the water pressure beneath the ground, and the house is now uninhabitable. The foundation needs to be rebuilt, walls need to be replaced, and the entire interior—kitchen, bathroom, doors, electrical wiring—is destroyed. It will take time, money, and effort to make my home livable again.

In addition to losing my home, I also lost my nephew, who tragically died while attempting to rescue a trapped couple. This is something that no one can replace.

I know these are difficult times for many, and people are struggling all over the world. But I also know that there are kind, compassionate people who want to help those in need. That is why I am reaching out to you today.

Since insurance coverage and state help is not enough and my widowed welfare help does not provide enough capital to face the amount of spending I need to do, I am asking for your help to rebuild my home, to give me the chance to live my final years with dignity, surrounded by my daughters, in a place I can call home again.

Every donation, no matter the size, will go directly to the rebuilding of my home. Every brick we lay will carry a part of you. Your generosity means the world to me, and I will be forever grateful. I have been told by an architect that I need around 15.000€ to rebuild that floor structure, hence that's what I'm asking for.

Thank you to this incredible community for being there when it matters most.

With all my gratitude,

Lola Alexandre Rodríguez

Calle Picaña 3 - 2

46910 Alfafar, Valencia, Spain

[email redacted]

-----

¡Hola!

Mi nombre es Lola Alexandre, soy una mujer jubilada de 74 años que vive en un vecindario tranquilo en la ciudad de Valencia, España. He vivido una vida plena, criando a mis dos hijas como madre viuda (Alicia y Arancha, quienes me están ayudando a escribir estas palabras), después de quedar viuda a los 40 años. He trabajado duro desde los 8 años, primero recogiendo tomates en el campo, luego trabajando en carpintería y, en mis últimos años laborales, limpiando casas, hasta que finalmente me jubilé después de haber contribuido a la sociedad durante muchos años.

Aunque nunca he tenido lujos, siempre he tenido lo suficiente para cuidar de mis hijas, encontrar alegría en mis rutinas sencillas y vivir en paz en el hogar que construí con mi difunto marido. Como mujer viuda y jubilada, todas las mañanas hacía gimnasia en el centro social del barrio, disfrutaba sentarme con mis amigas en el banco de la Avenida Mediterráneo, y pasaba mis tardes viendo mi telenovela favorita.

Pero todo cambió el 29 de octubre.

Esa noche, mientras veía la televisión, un fuerte ruido desde la calle me hizo salir a ver qué sucedía. Una vecina me alertó rápidamente para que subiera las escaleras del edificio y me pusiera a salvo de la llegada del agua. A las 7:00 PM, una ola de 1,5 metros de altura inundó mi apartamento en la planta baja de mi edificio en el Barrio Orba, Alfafar, Valencia.

Desde las escaleras, vi cómo el agua destruía todo a su paso. Los únicos sonidos que se escuchaban eran los cristales de los coches rompiéndose y las personas pidiendo ayuda. No tuve más opción que quedarme con mis queridas vecinas: Paquita, Conchi, Pilar y Amparo, durante tres días, sin poder contactar a mis hijas porque la comunicación se cortó.

Durante esos tres días, mis hijas me buscaron desesperadamente a través de las redes sociales y contactaron con los servicios de emergencia, pero la ciudad había colapsado. Cuando finalmente pudieron encontrarme, caminaron 12 kilómetros por el agua hasta las rodillas, sorteando alcantarillas abiertas y montones de coches acumulados en las calles. Lograron evacuarme en una furgoneta, ya que necesito una máquina para poder respirar por la noche y no había electricidad ni agua.

Después de casi cuatro días esperando ayuda, finalmente el ejército llegó a nuestro barrio.

Ahora, con la bajada del agua, solo queda barro y destrucción. Regresé a mi casa de 40 años, el lugar donde crié a mis hijas y soñaba con envejecer junto a mi marido. Pero no queda nada. Pudimos rescatar algunas fotos, ropa y utensilios de cocina, pero todo lo demás ha sido arrastrado o destruido por el barro.

El daño a la casa es devastador. El suelo explotó debido a la presión del agua debajo del subsuelo, y la casa ahora es inhabitable. El forjado necesita ser reconstruido, las paredes deben ser reconstruidas y todo el interior—cocina, baño, puertas, instalación eléctrica—está inservible. Se necesitará tiempo, dinero y esfuerzo para que mi casa vuelva a ser habitable.

Además de perder mi hogar, también perdí a mi sobrino, que trágicamente falleció mientras intentaba rescatar a una pareja atrapada. Esto es algo que nadie podrá reemplazar.

Sé que estos son tiempos difíciles para muchas personas, y que la gente está sufriendo por alrededor del mundo. Pero también sé que hay personas amables y compasivas que desean ayudar a los demás en momentos de necesidad. Por eso, me dirijo a vosotros hoy.

Dado que la cobertura del seguro y la ayuda estatal no es suficiente, y que mi pensión por ser viuda no me da la cantidad de dinero necesaria para afrontar los gastos que tengo que hacer, os pido vuestra ayuda para reconstruir mi hogar, y para darme la oportunidad de vivir mis últimos años con dignidad en mi barrio, mis amigas y vecinas, junto con mis hijas, en un lugar que pueda volver a llamar "hogar".

Cada donación, sin importar su tamaño, irá directamente a la reconstrucción de mi casa. Cada ladrillo que pongamos llevará una parte de vosotros y vosotras. Vuestra generosidad significa un mundo para mí, y estaré eternamente agradecida.

Un arquitecto me ha informado que necesito unos 15.000€ para reconstruir la el forjado y pavimento del suelo, por lo que eso es lo que estoy pidiendo.

Gracias a esta increíble comunidad por estar ahí cuando más se necesita.

Con toda mi gratitud,

Lola Alexandre Rodríguez

Calle Picaña 3 - 2

46910 Alfafar, Valencia, Spain

[email redacted]