Help us say goodbye to Tio Santos with dignity

(Para la versión en español se puede encontrar en esta página más abajo ⬇️⬇️⬇️)

Hello everybody my name is Ulises. My uncle Santos, who was to me my father more than anyone else, passed away unexpectedly over the weekend on the 22nd of February 2025 on his very own birthday at the age of 68.

Tio Santos; as we all lovingly called him, did what many men never do, he stepped up even when he didn’t have to.

I was born to a newly immigrated single mother who’s only support was her uncle and aunt. Tio would see to it that I would never go hungry, I would never go without clothes, nor without a roof over my head, he made sure I would never feel any less than the other kids who did have a father. Tio didn’t have any biological children but that never bothered him, his nieces and nephews who all loved him very much, was all he ever needed.

No matter how tough life could get, his age forcing him to slow down, he’d always lend a helping hand in whatever way he could with what he had. This kindness wasn’t just exclusive to me but was always readily available to his ENTIRE family who he valued more than anything else.

Tio wasn’t born into a world of kindness but later in life he was always ready to give it. He wasn’t a saint as his name suggest cursing like a sailor, obsessively drinking, smoking like there’s no tomorrow but in the eyes of a loving god he didn’t founder. Through good times and bad even if he didn’t know how or what to do you could always find him in your corner.

But for some reason he didn’t always accept help nor did he ever beg so much so that in his last few years he became homeless and he would do it with grace and good faith. He he lived on the streets, making friends wherever he went, receiving food from good people around the neighborhood, and working for those who gave him work around their homes cleaning their gardens. Even in his 60’s he stood strong ready to work, ready to face everyday on his own. Refusing to take our pleads to accept our help but would simply smile and shrug.

Before he passed I came to peace with his lifestyle “The man wants to to be free and when he needs us we’ll be here. He’s not homeless, his freedom is his home”

Now in his final need we humbly ask for your support through this unexpected difficult situation towards donations to give the man who gave so much around him and so little to himself a proper farewell service. For his family, his friends, an opportunity to say thank you and godspeed

To the man who was strong as can be, touch as can be

A nice gentle, and loving man

Only he could be

Thank you and god bless

------------------------------

Hola a todos, mi nombre es Ulises. Mi tío Santos, quien para mí era mi padre más que nadie, falleció inesperadamente el fin de semana del 22 de febrero de 2025, el día de su propio cumpleaños, a la edad de 68 años.

Tío Santos, como todos lo llamábamos cariñosamente, hizo lo que muchos hombres nunca hacen: dio un paso adelante incluso cuando no era necesario.

Nací de una madre soltera recién inmigrada cuyo único apoyo eran sus tíos. Tio se encargaba de que yo nunca pasara hambre, nunca me quedara sin ropa ni techo, se aseguraba de que nunca me sintiera menos que los otros niños que sí tenían un padre. Tio no tenía hijos biológicos, pero eso nunca le molestó, sus sobrinos y sobrinas, que lo querían mucho, eran todo lo que necesitaba.

No importaba lo difícil que fuera la vida, ni que su edad lo obligara a bajar el ritmo, siempre ayudaba con lo que podía y lo que tenía. Esta generosidad no era exclusiva para mí, sino que siempre estaba disponible para TODA su familia, a la que valoraba más que a cualquier otra cosa.

Pero por alguna razón no siempre aceptaba ayuda ni mendigaba tanto que en sus últimos años se quedó sin hogar y lo hacía con gracia y buena fe. Vivía en las calles, haciendo amigos dondequiera que iba, recibiendo comida de buenas personas del barrio y trabajando para quienes le daban trabajo en sus casas limpiando sus jardines. Incluso a sus 60 años se mantuvo fuerte, dispuesto a trabajar, dispuesto a enfrentar cada día por su cuenta. Se negaba a aceptar nuestras súplicas de que aceptara nuestra ayuda, simplemente sonreía y se encogía de hombros.

Antes de que falleciera, me reconcilié con su estilo de vida. “El hombre quiere ser libre y cuando nos necesite, estaremos aquí. No es un indigente, su libertad es su hogar”.

Ahora, en su última necesidad, pedimos humildemente su apoyo a través de esta situación inesperada y difícil para realizar donaciones para brindarle al hombre que dio tanto a su alrededor y tan poco a sí mismo una despedida adecuada. Para su familia, sus amigos, una oportunidad de decir gracias y que Dios lo bendiga.

Para el hombre que era tan fuerte como se puede ser, tan duro como se puede ser... agradable, gentil y un hombre amoroso tanto como pudo serlo.

Un hombre agradable, gentil y amoroso.

Solo él podría serlo.

Gracias y que Dios los bendiga.