"Necesitamos a Nuestro Papá en Casa – La Historia de Simon Molina"
El nombre de nuestro papá es Simon Molina, y para nosotras, él es mucho más que un padre. Es nuestra roca, nuestro protector, nuestra fuerza silenciosa — un hombre amable, amoroso, desinteresado por si mismo y temeroso de Dios. Un padre. Un hijo. Un hermano. Un amigo. Un hombre que siempre ha puesto a los demás antes que a sí mismo.
Al crecer, algunos de nuestros recuerdos más especiales no fueron grandes viajes ni eventos importantes. Fueron momentos simples y sagrados — solo nosotras, nuestro papá y el camino abierto. Solíamos manejar por horas alrededor de Dallas — él, mi hermana y yo — con las ventanas abajo, comida en mano y la música sonando lo suficientemente fuerte como para sentirla. No íbamos a ningún lugar en específico; simplemente estábamos juntos, explorando la ciudad que llamábamos hogar.
Nuestra parada favorita siempre fue la Montaña de Oración. Ahí, rodeados de árboles altos y pacíficos y el cielo nocturno abierto, cada uno de nosotros tomaba un momento para orar. Uno por uno, hablábamos con Dios con nuestras propias palabras, desde el corazón. Mi papá siempre dirigía con fuerza y una humildad tranquila. Después, nos sentábamos en silencio, mirando las estrellas — seguros, completos y en paz.
Así es nuestro papá.
Pero ahora, esa paz se ha ido. Nuestro padre está en manos de Inmigración (ICE), enfrentando la deportación. Y nuestra familia ya no está completa.
Estamos luchando. Estamos tratando de conseguir un abogado. Estamos haciendo todo lo posible — porque lo necesitamos en casa. No después. Ahora.
Hay tantas cosas que vienen en nuestras vidas que nuestro papá tiene que presenciar. Él necesita ver nuestras victorias y ayudarnos en nuestros fracasos. Tiene que estar presente cuando nos graduemos — aplaudiendo en la primera fila con lágrimas en los ojos. Tiene que llevarnos del brazo hacia el altar el día que nos casemos, entregándonos al futuro que él ayudó a construir.
Tiene que estar con nosotras en los días difíciles y en los días más felices. No podemos vivir sin él. No porque seamos débiles — sino porque somos sus hijas. Y él siempre ha estado ahí. Ahora, nos toca a nosotras estar para él.
Queremos que el mundo sepa quién es Simon Molina — no solo como un nombre en un sistema, sino como un hombre con una familia que lo ama, lo extraña y que se niega a rendirse.
Por favor, ayúdennos a traer a nuestro padre de vuelta a casa.
"We Need Our Dad Home – The Story of Simon Molina"
Our dad’s name is Simon Molina, and to us, he is more than just a father. He is our rock, our protector, our quiet strength — a kind, loving, selfless, and God-fearing man. A father. A son. A brother. A friend. A man who has always put others before himself.
Growing up, some of our most special memories weren’t about expensive trips or big events. They were simple, sacred moments — just us, our dad, and the open road. We used to drive for hours around DFW — him, my sister, and me — windows down, snacks in hand, music playing loud enough to feel it. We weren’t going anywhere specific; we were just together, exploring the city we called home.
Our favorite stop was always Prayer Mountain. There, surrounded by tall, peaceful trees and the open night sky, we’d each take a moment to pray. One by one, we’d speak to God in our own words, in our own hearts. My dad always led with strength and humility. Afterward, we’d sit in the silence, looking up at the stars — safe, whole, and at peace.
That’s who our dad is.
But now, that peace is gone. Our father is in the hands of ICE and immigration, facing deportation. And our family is not whole.
We’re fighting. We’re trying to get a lawyer. We’re doing everything we can — because we need him home. Not later. Now.
There are so many things ahead that our dad needs to be here for. He needs to see our victories and help us through our failures. He needs to be there when we graduate — clapping from the front row with tears in his eyes. He needs to walk us down the aisle when we get married, placing our hands into a future he helped build.
He needs to be there on the hard days, and on the best days. We can’t live without him. Not because we’re weak — but because we’re his daughters. And he’s always been there. Now, we need to be there for him.
We want the world to know who Simon Molina is — not just as a name in a system, but as a man with a family who loves him, misses him, and refuses to give up on him.
Please help us bring our father home.
Organizer
Andrea Molina
Organizer
Allen, TX