Help Me Keep My Sight: Never Seeing Loved Ones Is Terrifying

********** Texto En Español A Continuación Despues ************

Hi, my name is Anibal Valdez, and I’m writing this with a heavy heart and a glimmer of hope. For months now, I’ve been losing my ability to see the world clearly. What was once vibrant and full of color has become a blur. Simple joys—like seeing the faces of my loved ones, watching the sunrise, or reading a favorite book—feel like they’re slipping away from me.

I’ve been diagnosed with advanced cataracts and glaucoma, and without urgent surgery, I risk losing my vision entirely. The thought of not being able to see the people and places I love is overwhelming. My doctor says the surgery can restore my sight, but the cost of $3,200 is far more than I can handle on my own.

I’m a retired university professor from Venezuela. Despite dedicating my life to the arts and education, I now face a heartbreaking reality: no medical insurance and no financial means to afford the surgery I so desperately need. In Venezuela, a country where countless families are crushed by relentless economic hardships, the cost of medical care remains an impossible dream for many. For me, a man who has spent years enriching the lives of others, this cruel barrier feels like an unbearable injustice.

I’ve tried to stay strong, but this journey has humbled me, and I’ve realized I can’t do this alone. That’s why I’m reaching out to you—family, friends, and kind strangers who believe in helping others when they’re down.

Your donation, no matter how small, would be a gift more precious than words can express. It would mean a second chance—to see my family, to read a book, to experience life without being defined by this disability.

If you’re unable to donate, simply sharing my story with others could make a world of difference.

Thank you for reading, for caring, and for giving me hope. Your support means everything to me.

God Bless You With all my heart,

Anibal Valdez

Ayúdame a Mantener Mi Vista: El Pensamiento De No Ver A Mis Seres Queridos Me Aterroriza

Hola, mi nombre es Aníbal Valdez y te escribo con el corazón lleno de angustia, pero también con una chispa de esperanza. Durante los últimos meses, he ido perdiendo la capacidad de ver el mundo con claridad. Lo que antes era vibrante y lleno de color, ahora se ha vuelto una niebla impenetrable. Las pequeñas alegrías de la vida—como ver los rostros de mis seres queridos, admirar el amanecer o leer un libro que me apasiona—se están desvaneciendo lentamente de mis manos.

Me han diagnosticado con cataratas y glaucoma avanzadas, y sin una cirugía urgente, corro el riesgo de perder por completo la vista. La idea de no poder ver nunca más a las personas y los lugares que tanto amo me resulta devastadora. Mi médico me ha dicho que la cirugía podría devolverme la vista, pero el costo de $3,200 es una carga económica que no puedo asumir por mi cuenta.

Soy un profesor universitario jubilado de Venezuela. A lo largo de mi vida, me he dedicado con pasión a las artes y la educación, pero hoy enfrento una realidad que me desgarra: no tengo seguro médico ni los recursos suficientes para costear la cirugía que tanto necesito. En Venezuela, un país donde muchas familias luchan cada día contra las dificultades económicas, el acceso a la atención médica se ha convertido en un sueño lejano para muchos. Para mí, que he dedicado años a enriquecer la vida de otros, esta barrera cruel y despiadada se siente como una injusticia insoportable.

He intentado ser fuerte, pero este camino me ha quebrado y humillado, y he comprendido que no puedo hacerlo por mi mismo. Por eso, hoy me atrevo a pedirte ayuda—familia, amigos, y personas de buen corazón que creen en el poder de ayudar a quienes más lo necesitan en momentos dificiles.

Tu donación, sin importar el monto, sería un regalo más valioso de lo que las palabras pueden expresar. Significaría una segunda oportunidad: continuar ver a mi familia, disfrutar de un buen libro, vivir sin estar marcado por esta discapacidad.

Si no puedes donar, compartir mi historia con otras personas de tu propio circulo social podría marcar una diferencia enorme, y po resto te lo agradezco.

Gracias por leerme, por preocuparte y por darme la esperanza que tanto necesito. Tu apoyo lo es todo para mí.

Dios Te Bendiga Con Todo My Corazón,

Anibal Valdez