Help Marta Lorena López Ponce Fight Cervical Cancer

Hello, my name is Marta Lorena López Ponce. I am 45 years old and originally from Honduras. A year ago, I arrived in the United States full of hope and determination to build a better future for my children and my family. I currently live in San Antonio, Texas, where I am an active member of the Seventh-Day Adventist Church. My faith has always been my foundation, and I have the privilege of serving as an infant teacher in the children’s ministry, helping little ones learn and grow in faith.

My Dream and My Fight:

Since I was young, I’ve dreamed of dedicating my life to helping others as a nurse. In Honduras, I worked tirelessly in my profession, always driven by a deep sense of purpose and compassion for those in need. However, like many, I yearned for more opportunities—not just for myself, but for my children. I wanted to provide them with a life filled with possibilities, security, and hope. That dream led me to the United States.

When I arrived, I knew the journey would be challenging. Leaving my children and family behind in Honduras was one of the hardest decisions I’ve ever made, but I carried their love and my faith in God as my strength. After months of patience and prayer, I finally received my work permit three months ago. That moment was a turning point—it felt like the doors to my dreams were opening, and I could finally begin building the future I had envisioned for so long.

I started my first job with excitement and hope, ready to prove myself and make a difference. But life took an unexpected and devastating turn. Not long after beginning my new job, I started feeling unwell. I went to the doctor and underwent several tests. The results changed everything: I was diagnosed with cervical cancer. According to the scans, the cancer is confined to my pelvis, and I urgently need treatment to fight this battle.

The news was a heavy blow. All the hopes and plans I had for myself and my children seemed to crumble in an instant. I am now facing the dual challenges of fighting this disease while being far from my family, without the financial resources to cover my medical expenses. My children, my parents, and my home in Honduras feel so far away, and the weight of this struggle feels even heavier without them by my side.

The Challenge:

Cervical cancer is treatable, but the costs of treatment are overwhelming, especially for someone like me, who is just starting out in this country. Chemotherapy, medications, follow-up tests, and living expenses are beyond what I can afford right now. I still can’t work as a nurse because I need to finish my certifications. I’m doing my best to keep working, but it’s nowhere near enough to cover even a small part of the costs for cancer treatment. Without treatment, my chances of recovery are slim, but with it, I have hope—a chance to heal, to reunite with my children, and to continue building the life I came here to create.

How You Can Help:

Your support can make all the difference. The funds raised will go directly toward:

Life-saving medical treatments and procedures.

Essential medications and therapies.

Transportation costs to and from treatments.

Basic living expenses while I focus on my recovery.

Every dollar brings me closer to getting the care I urgently need, and every prayer or share of this campaign helps amplify my voice in this fight.

My Faith and Gratitude:

Through all of this, my faith in God has been my anchor. I believe that He will open doors and touch hearts to help me overcome this trial. My greatest dream is to beat this cancer, hold my children in my arms again, and continue working toward the life I’ve envisioned for them and for myself.

From the bottom of my heart, I thank you for any help you can provide. Your generosity, whether through a donation, sharing this campaign, or lifting me in prayer, gives me strength and hope during this difficult time.

Thank You:

“Hands that give will never be empty.” I will forever be grateful for your kindness and support. May God bless you abundantly for standing with me in this fight.

Call to Action:

Please click the Donate Now button to contribute and help me receive the treatment I desperately need. Every contribution, no matter the size, brings me closer to healing and to the chance of reuniting with my children and fulfilling my dreams.

Version Espanol:

Hola, mi nombre es Marta Lorena López Ponce. Tengo 45 años y soy originaria de Honduras. Hace un año llegué a los Estados Unidos llena de esperanza y con el corazón repleto de sueños. Vine con la ilusión de construir un mejor futuro para mis hijos y mi familia, y desde entonces resido en la ciudad de San Antonio, Texas. Soy una persona de fe y una activa miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, donde tengo el privilegio de servir como maestra de infantes en el ministerio de niños. Es un trabajo que hago con amor, enseñando a los más pequeños valores y esperanza mientras crecen en su relación con Dios.

Mi Sueño y Mi Lucha:

Desde muy joven, he soñado con dedicar mi vida a cuidar de los demás. Elegí la enfermería como mi vocación porque me apasiona ayudar a las personas en sus momentos más vulnerables. En Honduras, ejercí mi profesión con compromiso y entrega, pero siempre quise más para mis hijos. Mi meta era venir a los Estados Unidos, no solo para crecer profesionalmente, sino también para brindarles a ellos una vida llena de oportunidades, estabilidad y esperanza.

Llegar aquí no fue fácil. Dejé atrás a mis hijos, a mis padres y todo lo que conocía, enfrentándome al desafío de empezar de cero en un país desconocido. Sin embargo, mi fe y el amor por mi familia me dieron la fuerza para seguir adelante. Después de meses de espera y paciencia, finalmente recibí mi permiso de trabajo hace tres meses. Ese momento fue una luz de esperanza en mi camino. Pensé que, por fin, podría comenzar a construir la vida que tanto había soñado.

Con mucha ilusión, inicié mi primer empleo en este país. Estaba llena de energía y entusiasmo, lista para demostrar mi capacidad y dar lo mejor de mí. Sin embargo, mi alegría duró poco. Poco después de comenzar a trabajar, comencé a sentir molestias y acudí al médico. Tras varios exámenes y una biopsia, recibí la noticia más difícil de mi vida: fui diagnosticada con cáncer cervicouterino. Según los resultados de los estudios, el cáncer está confinado en mi pelvis, pero necesito iniciar tratamiento urgente para tener la oportunidad de vencer esta enfermedad.

Recibir este diagnóstico fue devastador. Sentí que el suelo se desmoronaba bajo mis pies. Todo por lo que había luchado y los sueños que había comenzado a construir parecían desvanecerse. No solo enfrento esta enfermedad, sino también la angustia de estar lejos de mi familia, de mis hijos, que son mi mayor fuerza, y de no tener los recursos económicos necesarios para cubrir los costos del tratamiento.

El Reto:

El cáncer cervicouterino es tratable, pero los costos asociados son abrumadores, especialmente para alguien que apenas está comenzando su vida laboral en este país. Necesito cubrir tratamientos como quimioterapia, medicamentos, análisis de seguimiento, y gastos básicos mientras enfrento esta lucha. Todavía no puedo trabajar como enfermera porque necesito terminar mis certificaciones. Estoy haciendo todo lo posible por seguir trabajando, pero no es ni cerca suficiente para cubrir siquiera una pequeña parte de los costos del tratamiento contra el cáncer.

La distancia con mi familia en Honduras hace que este proceso sea aún más doloroso. Mis hijos y mis padres son mi razón de vivir, y mi mayor deseo es vencer esta enfermedad para poder abrazarlos nuevamente y seguir luchando por ellos.

Cómo Puedes Ayudar:

Estoy pidiendo tu apoyo para recaudar los fondos necesarios que se destinarán a:

Tratamientos médicos y procedimientos necesarios para combatir el cáncer.

Medicamentos y terapias especializadas.

Transporte hacia y desde los centros médicos.

Gastos básicos mientras me concentro en mi recuperación.

Cualquier aporte, por pequeño que sea, hará una gran diferencia. Cada donación, cada oración y cada vez que compartas esta campaña, me acerca un paso más a recibir el tratamiento que necesito y a recuperar mi vida.

Mi Fe y Mi Gratitud:

A lo largo de esta difícil prueba, mi fe en Dios ha sido mi mayor sostén. Creo firmemente que Él tocará corazones y abrirá puertas para ayudarme a superar este desafío. Mi mayor anhelo es vencer el cáncer, reencontrarme con mis hijos y continuar construyendo el futuro que soñé para ellos.

Desde lo más profundo de mi corazón, agradezco tu apoyo. Ya sea a través de una donación, compartiendo esta campaña con otras personas, o incluyendo mi nombre en tus oraciones, tu ayuda significa más de lo que las palabras pueden expresar.

Gracias:

“Las manos que dan, nunca quedarán vacías.” Agradezco tu generosidad y bondad en este momento tan difícil. Que Dios multiplique tus bendiciones y te llene de paz y amor por tu disposición a ayudarme.

Llamado a la Acción:

Por favor, haz clic en el botón Donar Ahora para contribuir y ayudarme a recibir el tratamiento que tanto necesito. Cada granito de arena cuenta, y tu apoyo me acerca más a la esperanza de sanar y volver a abrazar a mis hijos.