(ESPAÑOL ABAJO) The morning before Thanksgiving, Juan Carlos left home expecting nothing more than a regular workday. He runs a small business repairing and selling electronics, doing whatever he can to provide for his family. He was in DC picking up a device for work when, in an instant, everything changed. ICE agents pulled him over, demanded his ID, and took him immediately. No explanation. No chance to call his family. Just gone. They left his car in the middle of the road with all the windows wide open, forcing his family to scramble to find a tow truck so it wouldn’t get damaged or stolen.

Hours later, the family finally heard from him. He managed to make a single five-minute call, a call that cost sixty dollars, just to say he was being held in Baltimore. The call cut off before he could say more. That is how his daughters learned that he had been taken from their family with no warning, no dignity, and no concern for the people who rely on him every single day.

Juan Carlos is not just a small business owner. He is a deeply devoted father. He has two daughters: one a freshman at Gaithersburg High School, the other a first-year student at Montgomery College. Everything he does is for them. They depend on him emotionally and financially. His family is overwhelmed with fear, uncertainty, and immediate financial hardship. Without him, they will be struggling to cover daily expenses, legal fees, and the basic needs he has always worked so hard to provide. Your support will help them navigate legal costs, emergency expenses, and the sudden loss of income as they fight to bring Juan Carlos home. Any amount helps, and every share helps them reach more people willing to stand with this family during the most devastating morning of their lives.

Thank you for showing them that they are not alone.

(ESP) La mañana antes de Acción de Gracias, Juan Carlos salió de casa esperando nada más que una jornada laboral normal. Dirige un pequeño negocio de reparación y venta de productos electrónicos, haciendo todo lo posible por mantener a su familia. Estaba en DC recogiendo un dispositivo para el trabajo cuando, en un instante, todo cambió. Los agentes de ICE lo detuvieron, exigieron su identificación y se lo llevaron inmediatamente. Sin explicación. No hay oportunidad de llamar a su familia. Simplemente desaparecida. Dejaron su coche en medio de la carretera con todas las ventanas abiertas, obligando a su familia para encontrar una grúa para que no se dañe o sea robada.

Horas después, la familia finalmente supo de él. Se las arregló para hacer una sola llamada de cinco minutos, una llamada que costó sesenta dólares, solo para decir que estaba detenido en Baltimore. La llamada se cortó antes de que pudiera decir más. Así es como sus hijas se enteraron de que había sido separado de su familia sin previo aviso, sin dignidad y sin preocuparse por las personas que confían en él todos los días.

Juan Carlos no es solo un pequeño empresario. Es un padre profundamente devoto. Tiene dos hijas: una estudiante de primer año en Gaithersburg High School, la otra estudiante de primer año en Montgomery College. Todo lo que hace es por ellos. Dependen de él emocional y financieramente. Su familia está abrumada por el miedo, la incertidumbre y las dificultades financieras inmediatas. Sin él, estarán luchando para cubrir los gastos diarios, los honorarios legales y las necesidades básicas que siempre ha trabajado tan duro para proporcionar. Tu apoyo les ayudará a gestionar los costes legales, los gastos de emergencia y la repentina pérdida de ingresos mientras luchan por traer a Juan Carlos a casa. Cualquier cantidad ayuda, y cada comparto les ayuda a llegar a más personas dispuestas a apoyar a esta familia durante la mañana más devastadora de sus vidas.

Gracias por mostrarles que no están solos.