Donate for Rosendo's Vital Heart Surgery

Hello, and God bless you!

I want to share a heartfelt story about my amazing dad, Rosendo. He is not just a brother, husband, and father; he is truly the best dad ever, and he is deeply loved by all of us.

On August 25th, 2024, our lives changed forever. It started like any other Sunday morning—with breakfast, a warm cup of coffee, and a trip to church. Afterward, my dad, as he always does, went to play volleyball with his friends. Unfortunately, during the game, he suffered a sudden heart attack. It was terrifying. He collapsed, face down and unconscious. Thanks to the quick actions of his teammates and family, who immediately called 911 and began CPR, he received the help he so desperately needed. However, the heart attack left my dad without oxygen to his brain for a few critical minutes, resulting in minimal yet life-altering changes.

After an intense eight weeks in the hospital, battling for his life, my dad is finally home with us, and we are so grateful—to God and the dedicated medical staff who cared for him. During this journey, we discovered that he has seven blocked arteries in his heart, which require urgent attention.

We are now facing the next step in this journey of helping him recuperate for vital surgery to help restore my dad’s health and quality of life. We’re hopeful and determined to see him thrive again, surrounded by the love of his family.

We are so thankful for the progress my father has made, it is a miracle alone that he is home with us—walking and talking when just two weeks ago he was still in a hospital bed.

Thank you for taking the time to read about our journey. Your prayers, support, and love mean the world to us as we navigate this challenge together.

Hola, ¡y que Dios te bendiga!

Quiero compartir una historia sincera sobre mi increíble papá, Rosendo. No es solo un hermano, esposo y padre; es realmente el mejor papá del mundo y todos lo amamos profundamente.

El 25 de agosto de 2024, nuestras vidas cambiaron para siempre. Comenzó como cualquier otro domingo por la mañana: con el desayuno, una taza de café caliente y una visita a la iglesia. Después, mi papá, como siempre, fue a jugar vóleibol con sus amigos. Desafortunadamente, durante el juego, sufrió un ataque cardíaco repentino. Fue aterrador. Se desplomó, boca abajo e inconsciente. Gracias a las rápidas acciones de sus compañeros de equipo y su familia, quienes inmediatamente llamaron al 911 y comenzaron la reanimación cardiopulmonar, recibió la ayuda que necesitaba desesperadamente. Sin embargo, el ataque cardíaco dejó a mi papá sin oxígeno en el cerebro durante unos minutos críticos, lo que provocó cambios mínimos pero que cambiaron su vida.

Después de ocho semanas intensas en el hospital, luchando por su vida, mi padre finalmente está en casa con nosotros y estamos muy agradecidos a Dios y al personal médico dedicado que lo cuidó. Durante este proceso, descubrimos que tiene siete arterias bloqueadas en el corazón, que requieren atención urgente.

Ahora estamos afrontando el siguiente paso en este proceso: ayudarlo a recuperarse para una cirugía vital que ayude a restaurar la salud y la calidad de vida de mi padre. Tenemos esperanza y estamos decididos a verlo prosperar nuevamente, rodeado del amor de su familia.

Estamos muy agradecidos por el progreso que ha logrado mi padre; es un milagro que esté en casa con nosotros, caminando y hablando cuando hace apenas dos semanas todavía estaba en una cama de hospital.

Gracias por tomarse el tiempo de leer sobre nuestro proceso. Sus oraciones, apoyo y amor significan mucho para nosotros mientras enfrentamos este desafío juntos.