Dona para que Pancho reciba su tratamiento urgente

Hola, hola a todos y a todas, como ya saben mi nombre es Pancho y soy una salchichita muy especial.

Mi madre tiene mucha vergüenza de estar aquí, pero desea con todo su corazón que yo dure más tiempo. Como ya saben, nací como un cristal: soy delicado en muchos aspectos. Mis patitas están torcidas, lo que hace que a veces no pueda jugar.

Al principio, mis papás pensaban que se trataba solo de mis patitas… pero no. Tengo muchas cosas que me afectan internamente, y hasta ahora ningún médico ha logrado decir qué tengo. Me han llevado muchas veces al veterinario, a distintos especialistas, y cada vez salen cosas nuevas: más exámenes, más dudas, y ahora hablan de operaciones… y de cosas que yo no entiendo bien, pero que suenan serias.

Ya tengo un añito, y les cuento cómo me ha ido: imagínate que estoy jugando a tope con mi hermano Coco, y de repente no puedo más, me tumbo porque no tengo fuerzas para caminar. Luego tengo que dormir mucho para recuperarme.

También tengo otros problemas: no puedo controlar el pis, camino y se me sale sin darme cuenta. He tenido muchas infecciones. Pero mis padres, María y Borja, nunca me han dejado solo. Siempre están pendientes de mí, cuidándome con amor.

Desde el corazón de mis papás, María y Borja:

En junio, al ver a Pancho empeorando, decidimos hacer todo lo posible para encontrar lo que le pasa. Pero quienes tienen hijitos perrunos o gatunos saben lo costoso que es ir al veterinario. Cada visita es un gasto fuerte para nosotros. Aun así, hemos asumido la responsabilidad: hemos pedido préstamos, reorganizado gastos, priorizado todo por él, y seguimos haciendo exámenes sin parar.

Esta campaña no es para buscar una cura mágica, sino para ayudar a Pancho a mejorar poco a poco su calidad de vida, que tenga los tratamientos y cuidados que necesita para vivir más tiempo con dignidad y rodeado de cariño.

Queremos que siga disfrutando a su hermano Coco, a sus siestas al sol, y a nuestra familia unida.