Comida, refugio y amor para la Colonia Nala

La historia de la Colonia de Gatos Nala de Cubas: una historia de amor, entrega y esperanza

Desde 2009, una vecina de Cubas se encargó, completamente sola, de cuidar a una colonia de más de 20 gatos callejeros. Los alimentaba cada día, los llevaba al veterinario cuando enfermaban y, poco a poco, fue creando un espacio donde se sintieran seguros.

Pero hace poco, le diagnosticaron EPOC, una enfermedad pulmonar grave que le impide seguir saliendo a la calle y atendiendo a los gatos como antes.

Cuando nos lo contó, no dudamos en salir al rescate.

Hoy somos tres vecinos, Maka, Lily y Manu quienes hemos decidido continuar con su labor: alimentamos a la colonia, financiamos las castraciones, cubrimos tratamientos médicos y mantenemos pequeños refugios improvisados para protegerlos del frío y la lluvia.

Hasta ahora lo hemos hecho todo de nuestro propio bolsillo, pero la situación se ha vuelto insostenible.

Con paciencia y mucho cariño, hemos ido esterilizando, alimentando, buscando hogares y mejorando el refugio improvisado donde están. Cada uno tiene su historia:

Hércules, el primer gato que confió y nos dejó acariciarlo.

Capi, hermano de Hércules y embajador de la colonia, nos escolta cada que vamos a darles de comer, come de todos los cacharros, es vivaracho, juguetón y muy espabilado.

Tigre, el explorador incansable que ahora cuida de los más pequeños.

Nube, un siamés que llegó con miedo y hoy espera una adopción amorosa.

Y así, decenas de historias que nos roban el corazón día a día.

Cada mes necesitamos cubrir:

Comida y medicación

Esterilizaciones y revisiones veterinarias

Materiales para mejorar sus refugios

❤️ Emergencias de rescate o gatos nuevos que llegan

No somos una asociación ni tenemos subvenciones. Somos vecin@s que ponemos tiempo, energía y recursos personales para que estos pequeños peludos tengan comida, atención veterinaria y un espacio seguro.

Por eso hemos abierto este GoFundMe: para pedirte que te unas a esta cadena de amor.

Tu ayuda, por pequeña que sea, marca la diferencia entre el hambre y el alimento, entre el abandono y la vida. Puedes colaborar con comida, donaciones, difusión, etc.

Los gatos de Cubas no tienen voz, pero tú puedes ser parte de la suya. Cada granito de arena cuenta y cada euro se convierte en una lata llena, una esterilización más o una vida salvada.

Gracias por mirar, por compartir, por donar.

Gracias por no ser indiferente