It is with heavy hearts that we announce the tragic passing of Eduardo Barcenas-Moncada, who lost his life in an accident on Sunday, September 14th, 2025.

Eduardo was a beloved father, brother, friend, and member of the Shenandoah community. Born in Ranchito de los Hernandez, San Diego de la Unión, Guanajuato, Mexico, he made Shenandoah his home for many years, working faithfully for over 30 years at Potts Nurseries in Berks County.

A devout man of faith, Eduardo was a regular attendee at Divine Mercy Church, where he will be honored with a viewing and funeral mass. In his youth, he was a talented soccer and baseball player—passions he carried into his later years as an enthusiastic fan.

Eduardo is survived by his four loving children—Karina, Consuelo, Eduardo, and Relles—as well as his siblings Salvador, Lucas, Yolanda, Socorro, Ester, and Dolores. His legacy is one of hard work, quiet strength, and deep love for his family.

Our family’s wish is to honor Eduardo’s final request—to be laid to rest in his hometown in Mexico. We are reaching out to our community, friends, and loved ones for help in covering the costs of funeral services, transportation, and related expenses.

Any amount you can give will help ease the financial burden during this incredibly difficult time and bring peace to a man who gave so much to those around him.

Thank you for your prayers, support, and generosity.

️ With love and gratitude,

The Barcenas Family

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Con gran pesar en nuestros corazones, anunciamos el trágico fallecimiento de Eduardo Bárcenas-Moncada, quien perdió la vida en un accidente el domingo 14 de septiembre de 2025.

Eduardo fue un querido padre, hermano, amigo y miembro de la comunidad de Shenandoah. Nacido en Ranchito de los Hernández, San Diego de la Unión, Guanajuato, México, hizo de Shenandoah su hogar durante muchos años, trabajando con dedicación por más de 30 años en Potts Nurseries, en el condado de Berks.

Hombre devoto y de profunda fe, Eduardo asistía regularmente a la iglesia Divine Mercy, donde se le rendirán honores con una velación y una misa fúnebre. En su juventud fue un talentoso jugador de fútbol y béisbol, pasiones que mantuvo hasta sus últimos años como aficionado entusiasta.

Eduardo deja en vida a sus cuatro amados hijos—Karina, Consuelo, Eduardo y Relles—así como a sus hermanos: Salvador, Lucas, Yolanda, Socorro, Ester y Dolores. Su legado es uno de trabajo duro, fuerza silenciosa y un profundo amor por su familia.

El deseo de nuestra familia es honrar la última voluntad de Eduardo: Ser sepultado en su pueblo natal en México. Nos dirigimos a nuestra comunidad, amigos y seres queridos para pedir su ayuda en cubrir los gastos de los servicios funerarios, el transporte y otros costos relacionados.

Cualquier contribución, por pequeña que sea, ayudará a aliviar la carga financiera en este momento tan difícil y a brindarle paz a un hombre que dio tanto por los que lo rodeaban.

Gracias por sus oraciones, apoyo y generosidad.

Con amor y gratitud,

La familia Bárcenas