Ayuda urgente a Frida que canta para alimentar a su manada

Hola, soy Énoe, amiga de Frida. Ella y yo crecimos juntas en la Ciudad de México, compartimos muchas alegrías y tristezas durante nuestra infancia y juventud. Al crecer nos separamos, sin saber nada una de la otra. Hasta hace apenas quince días, de manera inesperada, volví a encontrarla gracias a un mensaje que dejó en una antigua cuenta de correo electrónico. Leer ese mensaje fue como abrir una puerta al pasado, pero también a una realidad desgarradora.

Frida tiene 56 años y vive en Tula de Allende, Hidalgo. Hace algunos años, llegó ahí con su esposo David, un apasionado entrenador de perros. Ambos compartían un amor profundo por los animales: rescataron decenas de perros y gatos del abandono y construyeron un pequeño refugio con lo que tenían. Para ellos, cada animal era parte de su familia.

Pero la vida cambió de golpe. David enfermó gravemente y falleció en poco tiempo, dejando a Frida con el corazón roto y sola a cargo de 20 perros y 16 gatos. Desde entonces, ella ha hecho todo lo posible por mantener vivo el sueño que compartían: darles un hogar digno a quienes no tienen voz.

Con la pandemia, su situación se volvió aún más difícil. Perdió su empleo y, aun así, no dejó de luchar. Cada día canta en las calles para reunir lo necesario y alimentar a sus animales. Hace poco recibió un diagnóstico de leucemia, pero ni siquiera eso ha frenado su compromiso.

Hoy, Frida enfrenta una situación límite. Está en riesgo de ser lanzada del lugar donde vive junto con su manada. No cuenta con servicios básicos, vive con un solo cambio de ropa y todo lo que gana lo destina a comprar alimento para sus animales. No hay comodidades, solo amor, entrega, pero también un profundo sentimiento de impotencia por no poder alimentarles.

Lo que se recaude de este fondeo será destinado a comprar costales de alimento para perros y gatos, cubrir una desparasitación general y —si es posible— asegurar un techo digno por más tiempo. Ayudar a Frida es también mantener con vida a estos seres vulnerables que dependen de ella.

¡Un pequeño gesto puede sostener una gran causa!

¿Considerarías donar a partir de $50 pesos (cincuenta pesos) a mi campaña, para ayudar a comprarle alimento a los 20 perros y 16 gatos de Frida, y pagarles una desparasitación?

Ella y sus pequeños podrán descansar un mes del estrés diario de no saber si se conseguirá la comida, y en ese tiempo, Frida tendrá un respiro para dejar de cantar en las calles, y podrá buscar más ayuda para un nuevo refugio.

Te agradecemos con el corazón haber leído esta historia, haber sido empáticx y haber ayudado a quienes en verdad lo necesitan con urgencia.

Muchas gracias.