Ayuda a que Luna y su hijito puedan tener una vivienda digna

Hola! Gracias por leer esta breve historia.

Conocimos a Luna hace más de dos años cuando ella era aún menor de edad y pedía dinero en la puerta de un cajero automático junto a su bebé A. por aquel entonces de 7 meses.

Poco a poco fuimos intercambiando algunas palabras con ella, ayudándola con algún alimento, pañales para el niño etc.

Esto permitió que Luna se abriese y nos contase su historia... Que vivía en la calle desde que había perdido todo contacto con su familia y con el padre de su hijo de quienes se había alejado por situaciones de violencia y adicciones de todos ellos, que quería salir adelante pero no encontraba el modo de escapar de la mendicidad, que apenas conseguía juntar el dinero para pagar una pensión donde dormir, y que en muchas ocasiones lo que obtenía pidiendo ni siquiera le alcanzaba para comer en todo el día.

A partir de ese momento, pudimos convencerla de retomar cierto contacto con su abuela materna, y parte de su familia, la ayudamos a gestionar su documentación que había perdido hacía tiempo para que así pudiese recibir la magra ayuda social que ofrece el estado argentino, y que comenzara a considerar la posibilidad de que su niño pudiese ir al jardín de infantes, y en base a estos y otros apoyos que surgieran pudiese abandonar la calle, escolarizar al niño y poder ella retomar sus estudios y eventualmente conseguir un empleo.

El camino no fue fácil, pero casi dos años más tarde Luna había retomado su relación con sus abuelos maternos e inclusive tenido algún contacto esporádico con sus padres y hermanos. Más tarde consiguió la posibilidad de tener un techo en la casa de sus primas, y en el último tiempo convivir con una familia que le ofreció la posibilidad de vivir en su casa junto al pequeño, ya que sus primas perdieron la casa en la que vivían.

En la actualidad, A., el hijito de Luna comenzó la escuela en Pontevedra, un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, y su abuela materna les regaló un pedazo de terreno de un terreno que pudo adquirir con mucho esfuerzo, puesto que su propia situación económica y social es muy precaria.

Nuestro objetivo es ahora mismo, que Luna y A. ya no tengan que vivir de casa en casa, dependiendo de la voluntad de aquellos que temporalmente los alojan, sino que puedan tener su propia vivienda instalada en el terreno que le regaló su abuela, y que puedan reemplazar la actual casilla de maderas recolectadas y lona, por una vivienda de material, con acceso a agua potable, instalación sanitaria y de electricidad, una cocina donde poder cocinar, y cobijarse del frío gracias a una estructura de material, ladrillos y un techo sólido.

Esta es la base para una vida digna para ambos, madre e hijo. Esto permitirá que A. pueda continuar el Jardín de infantes, Luna terminar sus estudios secundarios, y que en un futuro cercano consiga un trabajo que le permita solventar sus gastos, aunque por el momento cuente con el apoyo de su abuela para salir adelante.

La realidad es que si bien la abuela le cedió parte del terreno y la casilla de madera, ella no cuenta con recursos económicos para hacer frente a lo que son los costos de materiales y mano de obra para construir al menos una habitación de 5x4 con su cocina y baño para que Luna y A. tengan donde vivir, sin peligro de perderlo todo y verse nuevamente de un día para otro en la calle.

Es por ello que creamos esta plataforma, con el objetivo de recaudar los fondos necesarios para ayudar a Luna y Adriano a alcanzar el sueño de una vivienda propia, y asegurar de este modo que nunca vuelvan a vivir en la calle, durmiendo en iglesias, y viviendo de la mendicidad, expuestos a todos los peligros que existen para una joven madre adolescente y un niño pequeño que no tienen hogar.

Muchas gracias por su ayuda. Nosotros, y en nuestro nombre Luna y A. les estarán profundamente agradecidos.