A Miracle for Baby Ian

At just 4 months old, precious baby boy Ian is fighting battles no child should ever face. Ian was born with serious heart conditions that have turned his little life into an uphill fight from the very beginning. Despite his tiny size, his spirit is mighty — but his journey has been filled with pain, uncertainty, and unimaginable challenges.

In his short time here, Ian has already survived three heart attacks. Each one left his parents praying desperately at his bedside, begging God for another chance to hold their son, another day to kiss his cheeks, another moment to whisper how much they love him. Right now, Ian is in the care of the incredible team at Loma Linda Children’s Hospital, where he is connected to machines that help him breathe and keep his fragile heart going.

His mom and dad haven’t left his side. They spend their days and nights in the hospital, holding his tiny hands, singing softly to him, and praying without ceasing. Their world has stopped — work, bills, and daily life no longer matter. The only thing that matters is being with Ian and giving him the strength and love he needs to keep fighting.

But this journey is not one they can walk alone. With both parents unable to work while they care for Ian around the clock, the weight of medical bills, living costs, and travel expenses to and from the hospital has become overwhelming.

Ian’s story is one of courage, hope, and faith. He is a living reminder that God is still in the business of miracles. His family is holding on tightly to the belief that Ian’s little heart can be healed and that brighter days are ahead.

We are asking for your prayers, love, and support. Every donation, no matter how small, will go directly toward helping Ian’s parents stay by his side and cover the growing expenses that come with this journey. Most of all, we ask you to lift Ian up in prayer — pray for healing, for strength, and for the miracle his family is waiting for.

Baby Ian has already shown us that he is a fighter, and with God’s grace and the support of a loving community, he will continue to write his miracle story.

Con tan solo 4 meses de vida, nuestro precioso bebé Ian está enfrentando batallas que ningún niño debería vivir. Ian nació con serias condiciones en su corazón que han convertido su corta vida en una lucha constante desde el principio. A pesar de su pequeño tamaño, su espíritu es inmenso — pero su camino ha estado lleno de dolor, incertidumbre y desafíos inimaginables.

En este corto tiempo, Ian ya ha sobrevivido a tres ataques cardíacos. Cada uno dejó a sus padres orando desesperadamente a su lado, pidiéndole a Dios otra oportunidad para abrazar a su hijo, otro día para besar sus mejillas, otro momento para susurrarle cuánto lo aman. Ahora mismo, Ian está bajo el cuidado del increíble equipo médico en el Hospital de Niños de Loma Linda, donde está conectado a máquinas que lo ayudan a respirar y a mantener latiendo su frágil corazón.

Su mamá y su papá no se han separado de él. Pasan sus días y noches en el hospital, tomándole sus pequeñas manos, cantándole suavemente, y orando sin cesar. Su mundo se ha detenido — el trabajo, las cuentas y la rutina diaria ya no importan. Lo único que importa es estar con Ian y darle la fuerza y el amor que necesita para seguir luchando.

Pero este camino no lo pueden recorrer solos. Con ambos padres sin poder trabajar mientras cuidan de Ian día y noche, el peso de las cuentas médicas, los gastos diarios y los viajes al hospital se ha vuelto abrumador.

La historia de Ian es una historia de valentía, esperanza y fe. Él es un recordatorio viviente de que Dios aún hace milagros. Su familia se aferra fuertemente a la creencia de que el pequeño corazón de Ian puede ser sanado y que vendrán días más brillantes.

Les pedimos sus oraciones, amor y apoyo. Cada donación, sin importar el tamaño, irá directamente a ayudar a que los padres de Ian permanezcan a su lado y a cubrir los crecientes gastos que conlleva este camino. Pero, más que nada, les pedimos que eleven a Ian en oración — oren por sanidad, por fortaleza y por el milagro que su familia está esperando.

El bebé Ian ya nos ha demostrado que es un luchador, y con la gracia de Dios y el apoyo de una comunidad llena de amor, seguirá escribiendo su historia de milagro.