A Family Torn Apart — Help Us Bring Him Home

On the morning of Thursday, June 5th, our world was shaken.

My husband — a devoted father, loving husband, and faithful servant of God — was detained by immigration officers on his way to work and separated from our family. He has lived in the United States for many years, building a quiet and honest life rooted in faith, family, and hard work.

He’s been a dedicated member of our church since first arriving in this country, serving faithfully on both the worship team and media team. He has always made it clear — he loves Jesus above all, and that love overflows into how he treats others.

He adores his family, friends, and even our pets — each of whom has felt his warmth and care. He’s passionate about technology, photography, travel, and RC cars, always exploring new ways to create, connect, and enjoy life with childlike joy and curiosity.

We have two teenage daughters who were absolutely devastated by the news. This sudden separation has brought an unimaginable weight into our home, and like me, they are trying to stay strong through the heartbreak.

My husband has no criminal record whatsoever, and immigration officials were fully aware that we were in the middle of an ongoing legal process. Our lawyer had already filed documents, but despite knowing this, they took him anyway.

Now I find myself trying to support our family on minimal income, as my husband has always been our primary provider. We’re also facing mounting legal fees as we fight for his release and continue the process we’ve been working on for years.

I humbly ask for your help. Whether through a donation, a share, or simply keeping us in your prayers, we are so deeply grateful. Every bit helps us move forward — not just legally and financially, but emotionally and spiritually.

We’re holding onto the promises in God’s Word:

“And we know that in all things God works for the good of those who love Him, who have been called according to His purpose.”

— Romans 8:28

“For I know the plans I have for you,” declares the Lord, “plans to prosper you and not to harm you, plans to give you hope and a future.”

— Jeremiah 29:11

Thank you for standing with us,

Amy & Family

La mañana del jueves 5 de junio, nuestro mundo se estremeció.

Mi esposo — un padre devoto, esposo amoroso y siervo fiel de Dios — fue detenido por oficiales de inmigración mientras iba camino al trabajo, y fue separado de nuestra familia. Ha vivido en los Estados Unidos durante muchos años, construyendo una vida honesta y tranquila, basada en la fe, la familia y el trabajo duro.

Desde que llegó por primera vez a este país, ha sido un miembro comprometido de nuestra iglesia, sirviendo fielmente en el equipo de alabanza y en el equipo de medios. Siempre ha dejado claro que ama a Jesús por encima de todo, y ese amor se refleja en la forma en que trata a los demás.

Ama profundamente a su familia, amigos e incluso a nuestras mascotas, quienes han sentido su cariño y dedicación. Tiene una gran pasión por la tecnología, la fotografía, los viajes y los carros de control remoto. Siempre está buscando nuevas formas de crear, conectar y disfrutar la vida con alegría y curiosidad.

Tenemos dos hijas adolescentes que quedaron completamente devastadas con la noticia. Esta separación repentina ha traído un peso inmenso a nuestro hogar, y al igual que yo, están tratando de mantenerse fuertes en medio del dolor.

Mi esposo no tiene ningún historial criminal, y los oficiales de inmigración sabían que estábamos en medio de un proceso legal activo. Nuestro abogado ya había entregado la documentación, pero a pesar de eso, se lo llevaron.

Ahora me encuentro tratando de mantener a nuestra familia con muy pocos ingresos, ya que él siempre ha sido nuestro proveedor principal. Además, estamos enfrentando altos costos legales mientras luchamos por su liberación y continuamos con el proceso que hemos venido trabajando por años.

Con humildad, les pido su ayuda. Ya sea por medio de una donación, compartiendo esta campaña, o simplemente manteniéndonos en sus oraciones, estaremos profundamente agradecidos. Cada apoyo nos ayuda a seguir adelante — no solo en lo legal y lo financiero, sino también en lo emocional y espiritual.

Nos aferramos a las promesas de la Palabra de Dios:

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

— Romanos 8:28

“Porque yo sé los planes que tengo para ustedes,” declara el Señor, “planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.”

— Jeremías 29:11

Gracias por apoyarnos en este momento tan difícil,

Amy y Familia