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Versión en español

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Estimado lector,

Me llamo Haylie Sarahi Rivera. Actualmente estoy en el último año de preparatoria y soy una artista con un sueño forjado a lo largo de años de dedicación, sacrificio y pasión incansable. Mi historia es una de dolor de pies, ensayos nocturnos y momentos de duda, pero también de alegría, crecimiento y la fuerza que brinda la perseverancia.

Desde el momento en que entré por primera vez a un estudio de danza, supe que había encontrado mi propósito. Trabajé incansablemente para desarrollar la técnica que tengo hoy: incontables horas de ensayo, ampollas por las zapatillas de punta y momentos de frustración que se convirtieron en crecimiento. Cada movimiento que hago es un reflejo de la determinación que he mantenido durante años. Más allá de la danza, pasé ocho años en un programa bilingüe para obtener mi Sello de Alfabetización Bilingüe, un logro que refleja mi profundo compromiso con la educación. Elegí asistir a una preparatoria de artes para sumergirme en un entorno que fomentara mi creatividad, mi rendimiento académico y mi disciplina, con la esperanza de que me abriera las puertas al futuro que sueño.

Ese sueño siempre ha sido convertirme en bailarina profesional. Y ahora, me han aceptado en el prestigioso programa de danza, así como en el Programa de Honores de la Universidad de Point Park, donde comenzaré mi carrera profesional. Esto es más que una aceptación; es la oportunidad por la que he trabajado toda mi vida. Pero a pesar de mis logros, las limitaciones económicas podrían impedirme entrar. El costo de la matrícula y el alojamiento en la Universidad de Point Park supera lo que mi familia puede permitirse. Esto crea un obstáculo importante para el futuro que estoy construyendo, no solo para mí, sino para toda mi familia, ya que aspiro a ser un ejemplo para mi hermano menor.

Mis padres tomaron la valiente decisión de dejar Honduras y venir a Estados Unidos para darnos a mi hermano y a mí una vida mejor. Sus sacrificios han sido la base de cada éxito que he tenido. Gracias a ellos, seré la primera de mi familia en graduarme de la preparatoria y asistir a la universidad, un logro que podría cambiar el rumbo del futuro de toda nuestra familia. Todo esto ha sido posible gracias al amor y los sacrificios de mis padres por mi futuro; una deuda que nunca podré saldar por completo, pero que puedo honrar demostrando con mis logros que sus esfuerzos no fueron en vano. Para que esto suceda, sin embargo, les pido amablemente su ayuda.

El ballet siempre ha tenido un precio; las zapatillas de punta por sí solas son caras, pero gracias a las becas, nunca tuve que dejar que esa carga recaiga sobre mis padres. Sin embargo, una vez que empiece la universidad, esos recursos no estarán disponibles, y el apoyo para necesidades esenciales como esta significaría todo para mí. No solo pido ayuda financiera. Los invito a invertir en una historia de resiliencia, pasión y posibilidades. Con un poco de apoyo, puedo dar el siguiente paso hacia un futuro que honre el sacrificio de mis padres e inspire a otros como yo.

Gracias por creer en el poder de los sueños y en los bailarines que los persiguen.

Con sincera gratitud,

Haylie Sarahi Rivera

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English version

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Dear Reader,

My name is Haylie Sarahi Rivera, and I am a dancer with a dream that has been shaped by years of dedication, sacrifice, and relentless passion. My story is one of aching feet, late-night rehearsals, and quiet moments of doubt—but also of joy, growth, and the strength that perseverance can bring.

From the moment I first stepped into a dance studio, I knew I had found my purpose. I worked tirelessly to develop the technique I have today, countless hours of rehearsal, blisters from pointe shoes, and moments of frustration that turned into growth.

Each movement I make is a reflection of the determination I've carried for years. Beyond dance, I spent eight years in a bilingual program to earn my Seal of Biliteracy, an achievement that reflects my deep commitment to education. I chose to attend an arts high school to immerse myself in an environment that would nurture my creativity, academics, and discipline, hoping it would open doors to the future I dream of.

That dream has always been to become a professional dancer. And now, I have been accepted into the highly respected dance program as well as the Honors Program at Point Park University, where I will start my professional career. This is more than an acceptance, it's the opportunity I've worked for all my life.

But despite my achievements, financial constraints may keep me from walking through that door. The cost of tuition and housing at Point Park University is beyond what my family can afford. This creates a significant obstacle to the future I'm working to build, not just for myself, but for my entire family, as I aim to set an example for my younger brother.

My parents made the courageous decision to leave Honduras and come to the U.S. to give my brother and I a better life. Their sacrifices have been the foundation of every success I've had. Thanks to them, I will be the first in my family to graduate from high school and attend college, an achievement that could change the course of our entire family's future. This has all been made possible through my parents' love and sacrifices for my future— a debt I can never fully repay, but one I can honor by showing that their efforts were not in vain through my accomplishments. To make this happen, however, I kindly ask for a little help from you.

Ballet has always come with a price; pointe shoes alone are expensive, but thanks to scholarships, I never had to let that burden fall on my parents. However, once I begin university, those resources won't be available, and support for essentials like this would mean everything to me. I'm not just asking for financial help. I'm inviting you to invest in a story of resilience, passion, and possibility. With a little support, I can take the next step toward a future that honors my parents' sacrifice and inspires others like me.

Thank you for believing in the power of dreams and the dancers who chase them.

With heartfelt gratitude,

Haylie Sarahi Rivera