In Loving Memory of Nataly Hernandez

Nataly Hernandez was a beautiful angel sent from the heavens above to our family. In her roles as a daughter, sister, granddaughter, and cousin she exemplified grace and resilience. Her love extended boundlessly, creating a tapestry of beautiful memories that we will forever hold close. She was not just a presence in our lives; she was the embodiment of love and understanding.

As we say our goodbyes, let us carry forward the lessons Nana shared with us – lessons of acceptance, resilience, love, and the beauty that exists in every individual. May her memory be a guiding light, reminding us to approach life with kindness and an open heart.

Rest in peace, sweet Nataly. Your spirit has left an indelible imprint on our souls, and your memory will forever be a source of inspiration for us all.

Nataly Hernández fue una hermosa angel enviada desde los cielos a nuestra familia. En sus papeles de hija, hermana, nieta y prima, ejemplificó la gracia y la resiliencia. Su amor se extendió sin límites, creando un tapiz de hermosos recuerdos que siempre mantendremos cerca. Ella no era sólo una presencia en nuestras vidas; ella era la encarnación del amor y la comprensión.

Mientras nos despedimos, llevemos adelante las lecciones que Nana compartió con nosotros: lecciones de aceptación, resiliencia, amor, y la belleza que existe en cada individuo. Que su memoria sea una luz guía que nos recuerde abordar la vida con bondad y un corazón abierto.

Descansa en paz, dulce Nataly. Tu espíritu ha dejado una huella imborrable en nuestras almas y tu memoria será para siempre una fuente de inspiración para todos nosotros.