Mi lucha de 17 años por un trasplante: Necesito tu ayuda para seguir viviendo.
Hola, mi nombre es Rosmery. Desde que nací, la vida me puso en un camino lleno de desafíos. Nací con una malformación anorrectal, y a los cuatro días de vida tuve mi primera cirugía. A los diez meses, durante una segunda operación, un accidente quirúrgico dañó los nervios de mi vejiga, lo que desencadenó una incontinencia urinaria que, al no ser tratada a tiempo, derivó en insuficiencia renal crónica. Con solo 18 meses de vida, mi mundo se llenó de dietas estrictas, cuidados constantes y cirugías interminables en busca de una solución.
Pero nada de esto apagó mi deseo de vivir.
Hoy, con 17 años y 19 cirugías en mi cuerpo, sigo batallando. Llevo dos años y medio en hemodiálisis, con la esperanza de recibir un trasplante de riñón. Mi papá y mi hermano están dispuestos a donarme uno de sus riñones, pero en mi país la cirugía no ha sido posible por falta de suministros y un hospital con los recursos necesarios. Mi mayor temor es que mi salud se deteriore aún más mientras espero.
Por eso, hoy pido tu ayuda.
Necesito viajar a otro país para acceder a un trasplante, a una atención médica digna y a una oportunidad real de vida. Quiero estudiar, formar una familia con mi pareja —quien me apoya incondicionalmente— y, con el favor de Dios, crear una fundación para ayudar a otros niños que pasen por lo mismo que yo.
Tu apoyo no es solo un donativo; es la posibilidad de cumplir mis sueños, de seguir luchando y de convertir mi historia en un testimonio de esperanza para otros.
Gracias por leerme, por no dejarme sola en esta batalla y por creer que juntos podemos lograr lo imposible.
Con fe y esperanza,
Rosmery Garcia Ramirez

