
Reconstruyamos un rostro por amor
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. . On March 10, 2017, a domestic gas cylinder exploded in our home, located in Los Teques, Venezuela; At that time my son Miguelangel was there with our cousin who sometimes took care of him when I had some commitment, meanwhile not far from the house, his father and I solved some diligences. It is very difficult to talk about that day in which my little one and the cousin were the victims of an incredibly painful tragedy that marked our lives forever and that today we continue fighting to heal them, the day we lost everything, the day they faced for the first time to death ... there are no words that describe exactly the feeling of a mother before the physical pain and the agony of her son, she simply tears the soul. Miguelangel was in the house with her cousin, she finished cooking when the explosion happened, some neighbors helped them and took them to the hospital in the area, they warned me and even without understanding what was happening I went as fast as I could to get there, even in the worst nightmare I would have imagined that something like this could happen to them, less to them, except to my son, the person I love the most in the world. My husband and I arrived at the same time as them at the hospital, when I saw Miguelangel my life became paralyzed, I felt a deep pain, the same one that still accompanies me today and from which I draw strength to get ahead and recover in a 100 percent. I think my son felt my pain and he said: "Mommy, I love you very much" words that I will remember all my life. That March 10 began the battle of Miguelangel, spent two months in intensive therapy fighting for his life, with burns of 2nd and 3rd grade, suffered a respiratory arrest in which officially died for a few seconds but was reborn, once again my son is saved, they manage to extubate him and then focus on a treatment of extreme care and strict attention to heal his delicate skin. He is a fighter, 1 year and 8 months have passed and what I have received from him are the deepest lessons of love and life.
. . El 10 de marzo de 2017 una bombona de gas doméstico explotó en nuestro hogar, ubicado en Los Teques, Venezuela; en ese momento mi hijo Miguelangel se encontraba allí con nuestra prima que a veces cuidaba de él cuando yo tenía algún compromiso, mientras tanto no muy lejos de la casa, su papá y yo resolvíamos unas diligencias. Es muy difícil hablar de ese día en el que mi pequeño y la prima fueron las víctimas de una tragedia increíblemente dolorosa que marcó para siempre nuestras vidas y que hoy seguimos luchando para sanarlos, el día en el que perdimos todo, el día en que enfrentaron por primera vez a la muerte…no hay palabras que describan con exactitud el sentimiento de una madre ante el dolor físico y la agonía de su hijo, simplemente se desgarra el alma. Miguelangel estaba en la casa con su prima, ella terminaba de cocinar cuando ocurrió la explosión, unos vecinos los auxiliaron y los llevaron al hospital de la zona, me avisaron y aún sin entender bien lo que ocurría me fui tan rápido como pude para allá, ni en la peor pesadilla habría imaginado que algo así les pudiera suceder, menos a ellos, menos a mi hijo, la persona a quién más amo en el mundo. Mi esposo y yo llegamos al mismo tiempo que ellos al hospital, cuando vi a Miguelangel se me paralizó la vida, sentí un dolor profundo, el mismo que aún hoy día me acompaña y del que saco fuerzas para que salga adelante y se recupere en un 100 por ciento. Creo que mi hijo sintió mi dolor y me dijo: “mami tranquila, te amo mucho” palabras que recordaré toda mi vida. Ese 10 de marzo comenzó la batalla de Miguelangel, pasó dos meses en terapia intensiva luchando por su vida , con quemaduras de 2do y 3er grado, sufrió un paro respiratorio en el cual oficialmente murió por unos segundos pero volvió a nacer, una vez más mi hijo se salva, logran extubarlo para luego enfocarnos en un tratamiento de extremo cuidado y estrictas atenciones para sanar su delicada piel. es un luchador, ha pasado 1 año y 8 meses y lo que he recibido de él son las más profundas lecciones de amor y de vida.
. . El 10 de marzo de 2017 una bombona de gas doméstico explotó en nuestro hogar, ubicado en Los Teques, Venezuela; en ese momento mi hijo Miguelangel se encontraba allí con nuestra prima que a veces cuidaba de él cuando yo tenía algún compromiso, mientras tanto no muy lejos de la casa, su papá y yo resolvíamos unas diligencias. Es muy difícil hablar de ese día en el que mi pequeño y la prima fueron las víctimas de una tragedia increíblemente dolorosa que marcó para siempre nuestras vidas y que hoy seguimos luchando para sanarlos, el día en el que perdimos todo, el día en que enfrentaron por primera vez a la muerte…no hay palabras que describan con exactitud el sentimiento de una madre ante el dolor físico y la agonía de su hijo, simplemente se desgarra el alma. Miguelangel estaba en la casa con su prima, ella terminaba de cocinar cuando ocurrió la explosión, unos vecinos los auxiliaron y los llevaron al hospital de la zona, me avisaron y aún sin entender bien lo que ocurría me fui tan rápido como pude para allá, ni en la peor pesadilla habría imaginado que algo así les pudiera suceder, menos a ellos, menos a mi hijo, la persona a quién más amo en el mundo. Mi esposo y yo llegamos al mismo tiempo que ellos al hospital, cuando vi a Miguelangel se me paralizó la vida, sentí un dolor profundo, el mismo que aún hoy día me acompaña y del que saco fuerzas para que salga adelante y se recupere en un 100 por ciento. Creo que mi hijo sintió mi dolor y me dijo: “mami tranquila, te amo mucho” palabras que recordaré toda mi vida. Ese 10 de marzo comenzó la batalla de Miguelangel, pasó dos meses en terapia intensiva luchando por su vida , con quemaduras de 2do y 3er grado, sufrió un paro respiratorio en el cual oficialmente murió por unos segundos pero volvió a nacer, una vez más mi hijo se salva, logran extubarlo para luego enfocarnos en un tratamiento de extremo cuidado y estrictas atenciones para sanar su delicada piel. es un luchador, ha pasado 1 año y 8 meses y lo que he recibido de él son las más profundas lecciones de amor y de vida.
Organizer
Miguelangel Alzolay
Organizer
Orlando, FL