
Hope Delivers
Donation protected
A life well lived, a life of love, and a heart full of kindness, Mario Jimenez was a husband, father, grandfather, who spread positivity and joy in his community. His battle with a hereditary heart condition never got in the way of his joyful spirit, and he always carried himself with a smile and patience. In 2017, he suffered a stroke, that changed his life. He was forced to retire early, and through therapy he gained hope that he would be back to his fully functioning self. In retrospect, this stroke gave him the gift of time. Time to spend everyday along side his wife. Time to slow down and channel his energy into his creativity. He painted. He picked up the guitar. He was teaching himself English through music. He rode a tricycle with his kids. He swam for therapy along side his wife. He gardened. He danced cumbias in his living room. And the last thing he did before he left this world was hold his first grandchild alongside his family. Hope of recovery isn't a destination, but rather the idea that you can still live a full life and there is beauty in slowing things down and just enjoying every present moment.
On 2/21, after having a normal day with his wife, he went into a peaceful sleep. His tired body now rests, and we find solace in the fact that he no longer suffers and that he spent every single day of the pandemic with all his family by his side. In order to give this wonderful man everything he deserves as we say goodbye, we are fundraising for the unexpected expenses. His body is no longer with us, but his love and joy will be in our hearts forever.



Español
Una vida bien vivida, una vida de amor y un corazón lleno de bondad, Mario Jiménez fue un esposo, padre, abuelo, que difundió positividad y alegría en su comunidad. Su batalla con una afección cardíaca hereditaria nunca impidio su espíritu gozoso y siempre se llevaba con una sonrisa y un espíritu paciente. En 2017, sufrió un derrame cerebral que le cambió la vida. Se vio obligado a retirarse temprano, y a través de la terapia ganó la esperanza de que volvería a su funcion normal. En retrospectiva, este golpe le dio el don del tiempo. Tiempo de pasar todos los días al lado de su esposa. Tiempo de ralentizar y canalizar su energía en su creatividad. Pintó. Aprendio canciones en la guitarra. Se enseñaba inglés a través de la música. Montó un triciclo con sus hijos. Nadó para terapia junto a su esposa. Ajardinaba. Bailó cumbias en su sala. Y lo último que hizo antes de dejar este mundo fue sostener a su primer nieto en sus brazos junto a su familia. La esperanza de recuperación no es un destino, sino más bien la idea de que todavía se puede vivir una vida plena y hay belleza en ralentizar las cosas y simplemente disfrutar de cada momento presente.
El 2/21, después de tener un día normal con su esposa, se durmió tranquilamente. Su cuerpo cansado ahora descansa, y encontramos consuelo en el hecho de que ya no sufre y que pasó todos los días de la pandemia con toda su familia a su lado. Con el fin de darle a este hombre maravilloso todo lo que se merece mientras nos despedimos, estamos recaudando fondos para los gastos inesperados. Su cuerpo ya no está con nosotros, pero su amor y alegría estarán en nuestros corazones para siempre.
On 2/21, after having a normal day with his wife, he went into a peaceful sleep. His tired body now rests, and we find solace in the fact that he no longer suffers and that he spent every single day of the pandemic with all his family by his side. In order to give this wonderful man everything he deserves as we say goodbye, we are fundraising for the unexpected expenses. His body is no longer with us, but his love and joy will be in our hearts forever.



Español
Una vida bien vivida, una vida de amor y un corazón lleno de bondad, Mario Jiménez fue un esposo, padre, abuelo, que difundió positividad y alegría en su comunidad. Su batalla con una afección cardíaca hereditaria nunca impidio su espíritu gozoso y siempre se llevaba con una sonrisa y un espíritu paciente. En 2017, sufrió un derrame cerebral que le cambió la vida. Se vio obligado a retirarse temprano, y a través de la terapia ganó la esperanza de que volvería a su funcion normal. En retrospectiva, este golpe le dio el don del tiempo. Tiempo de pasar todos los días al lado de su esposa. Tiempo de ralentizar y canalizar su energía en su creatividad. Pintó. Aprendio canciones en la guitarra. Se enseñaba inglés a través de la música. Montó un triciclo con sus hijos. Nadó para terapia junto a su esposa. Ajardinaba. Bailó cumbias en su sala. Y lo último que hizo antes de dejar este mundo fue sostener a su primer nieto en sus brazos junto a su familia. La esperanza de recuperación no es un destino, sino más bien la idea de que todavía se puede vivir una vida plena y hay belleza en ralentizar las cosas y simplemente disfrutar de cada momento presente.
El 2/21, después de tener un día normal con su esposa, se durmió tranquilamente. Su cuerpo cansado ahora descansa, y encontramos consuelo en el hecho de que ya no sufre y que pasó todos los días de la pandemia con toda su familia a su lado. Con el fin de darle a este hombre maravilloso todo lo que se merece mientras nos despedimos, estamos recaudando fondos para los gastos inesperados. Su cuerpo ya no está con nosotros, pero su amor y alegría estarán en nuestros corazones para siempre.
Organizer and beneficiary
Victoria Alicia
Organizer
Los Angeles, CA
Mercedes Jimenez
Beneficiary