¡Unidos para salvar a mi tía Esperanza!

Hola, soy Dayana Ruiz y escribo esto con el corazón en la mano, en nombre de toda mi familia.

Mi tía, Esperanza Vivas, de 69 años, sufrió un accidente cerebrovascular hemorrágico el pasado 15 de junio. Desde ese día, permanece hospitalizada y sedada en el Hospital Central de San Cristóbal (Venezuela), donde, lamentablemente, no cuentan con insumos médicos de ningún tipo.

La primera tomografía mostró una hemorragia en el cerebelo y un hemoventrículo (sangre dentro del sistema ventricular del cerebro), una condición sumamente delicada que ponía en riesgo su vida si no era atendida de inmediato.

Gracias a Dios y a la ayuda de muchos de ustedes, pudimos realizarle una primera cirugía de emergencia.

Pero, cuando pensamos que vendría un proceso de recuperación… una nueva complicación apareció.

Mi tía comenzó a presentar hidrocefalia, una acumulación de líquido dentro del cerebro que, al no poder drenarse, empieza a presionar zonas vitales. Esto provocó que su condición empeorara y los médicos tuvieran que realizarle una segunda cirugía, esta vez para colocarle una válvula cerebral.

Ambas cirugías fueron críticas, costosas y urgentes.

El dinero para cubrirlas tuvimos que conseguirlo prestado, y ahora enfrentamos una deuda con fecha límite de pago el 12 de julio.

Además, los gastos diarios no han parado:

Compra de insumos médicos

Medicinas

Alimentos especiales (se alimenta por sonda nasogástrica)

Exámenes y tomografías postoperatorias

Enfermeras para su cuidado constante (ya que depende totalmente de otra persona)

Artículos como colchón antiescaras, pañales, soluciones, jeringas…

Mi prima, hija única y profesora de colegio, ha tenido que dejar de trabajar para cuidar a su mamá. Toda la familia está unida, aportando lo que puede. Pero ya los fondos se están agotando, y la recuperación aún es incierta. Luego de la colocación de la válvula, ha presentado una infección y sigue sin reaccionar completamente. Necesita más tiempo hospitalizada, más estudios, más cuidados… más apoyo.

Por eso acudimos nuevamente a ti.

Tu aporte, por pequeño que sea, suma esperanza.

Cada dólar es un paso más hacia la recuperación de nuestra tía, un alivio para su hija, y una ayuda real para quienes la estamos cuidando día a día.

Si ya donaste, te lo agradecemos profundamente.

También puedes ayudar compartiendo esta campaña con tus amigos, familia o redes.

Y si quieres dejarnos una palabra de fe, será muy bien recibida.

Gracias por tu tiempo, tu empatía, y tu corazón generoso.

Gracias por ser parte de esta cadena que abraza la vida.

Con amor y esperanza,

Dayana Ruiz y familia