Rubén Nova. Un paso hacia el parabádmiton
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Queridas maravillosas personas que habéis donado desde las más grandes cantidades, hasta las más pequeñas. Queridas maravillosas personas que habéis compartido esta iniciativa de ayuda a Rubén. Queridas maravillosas personas que os habéis emocionado con cada ingreso, que habéis esperado con ilusión esa llegada a la meta.
GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.
No os podéis imaginar la emoción que sentimos en nuestro corazón, y sobre todo el agradecimiento. Ese nos cabe en el pecho. No tenemos palabras para expresar lo que sentimos. Sois Magia.
Como bien sabéis iniciamos este movimiento con la finalidad de recaudar dinero para la silla de ruedas de deporte. Una silla que ayudará a Rubén a llegar lejos, a volar (como dice un buen amigo suyo). Ya está casi completada al 100%. Sin embargo, muchos de vosotros nos estáis pidiendo que por favor no paremos ahora porque queréis continuar donando y participar en este proyecto tan bonito que empezó tan solo hace dos días. Si, 48h. ¿Tenéis los pelos de punta como los tengo yo ahora mismo?
Hay varios proyectos de colaboración en marcha para ayudar a nuestro chico ‘supercontento’, y para que sean posibles tenemos que ampliar un poquito más el límite.
Os propongo algo: ¿Qué os parece si la meta en vez de 10.000€ se transforma en 16.000€? Con todo lo que se recaude de forma extra Rubén podría cubrir gastos de su silla de paseo (que barata tampoco es). Es de color azul. ¿Y sabéis porque la eligió así? “Es del color de mis gallos” me dijo.
De esta forma podríamos dar la oportunidad a todas aquellas maravillosas personas que aun no han tenido ocasión de aportar su granito de arena, a que lo hagan. Y es que al final los que estáis volando sois todos vosotros, que habéis decidido darle a Rubén el mejor regalo que jamás podría esperar. Vuestro apoyo incondicional.
Eternamente agradecidos.
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Ante todo, gracias por haber llegado hasta aquí y gracias por dedicar un minuto a la historia de Rubén.
Algunos ya le conocéis, otros tal vez hayáis escuchado su historia. Para todos los que aun no lo habéis hecho, aquí va un pedacito de él.
Rubén tiene 30 años y un corazón enorme. El día 10 de julio tuvo un accidente de tráfico y su vida dio un vuelco de 360 grados. Llegó una segunda oportunidad y con ella; una lesión medular Asia A completa. Curioso nombre para todo el aprendizaje y superación que venía por delante. Decidió luchar y superarse a si mismo en tiempo récord e hizo del deporte, como siempre lo había hecho anteriormente, su arma más poderosa.
En el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo empezó con el pingpong, continuó con el tenis y finalmente encontró en el bádminton una nueva ilusión. La raqueta siempre se la había dado bien y a pesar de tener que superarse cada día en una silla que a penas controlaba, avanzó muy rápido.
Tanto que el seleccionador nacional le invitó a participar en el Campeonato Nacional de parabádminton celebrado este pasado noviembre. Esta experiencia, junto a todo el apoyo que esta recibiendo de todos vosotros, le ha hecho sentir esa ilusión de continuar siendo un deportista, que desea en un futuro poder llegar a las grandes categorías de competición. Y para ello necesita que le echemos un cable para comprar una silla de deporte con la que poder continuar sus entrenos de parabádminton a su regreso a casa.
Como dice Rozalén: “Si alguien detiene mis pies, aprenderé a volar”. Ayudemos a
Rubén, a ese chico que está ‘superbién’ y ‘supercontento’ a que lo consiga.
Una vez más, GRACIAS.
GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS.
No os podéis imaginar la emoción que sentimos en nuestro corazón, y sobre todo el agradecimiento. Ese nos cabe en el pecho. No tenemos palabras para expresar lo que sentimos. Sois Magia.
Como bien sabéis iniciamos este movimiento con la finalidad de recaudar dinero para la silla de ruedas de deporte. Una silla que ayudará a Rubén a llegar lejos, a volar (como dice un buen amigo suyo). Ya está casi completada al 100%. Sin embargo, muchos de vosotros nos estáis pidiendo que por favor no paremos ahora porque queréis continuar donando y participar en este proyecto tan bonito que empezó tan solo hace dos días. Si, 48h. ¿Tenéis los pelos de punta como los tengo yo ahora mismo?
Hay varios proyectos de colaboración en marcha para ayudar a nuestro chico ‘supercontento’, y para que sean posibles tenemos que ampliar un poquito más el límite.
Os propongo algo: ¿Qué os parece si la meta en vez de 10.000€ se transforma en 16.000€? Con todo lo que se recaude de forma extra Rubén podría cubrir gastos de su silla de paseo (que barata tampoco es). Es de color azul. ¿Y sabéis porque la eligió así? “Es del color de mis gallos” me dijo.
De esta forma podríamos dar la oportunidad a todas aquellas maravillosas personas que aun no han tenido ocasión de aportar su granito de arena, a que lo hagan. Y es que al final los que estáis volando sois todos vosotros, que habéis decidido darle a Rubén el mejor regalo que jamás podría esperar. Vuestro apoyo incondicional.
Eternamente agradecidos.
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Ante todo, gracias por haber llegado hasta aquí y gracias por dedicar un minuto a la historia de Rubén.
Algunos ya le conocéis, otros tal vez hayáis escuchado su historia. Para todos los que aun no lo habéis hecho, aquí va un pedacito de él.
Rubén tiene 30 años y un corazón enorme. El día 10 de julio tuvo un accidente de tráfico y su vida dio un vuelco de 360 grados. Llegó una segunda oportunidad y con ella; una lesión medular Asia A completa. Curioso nombre para todo el aprendizaje y superación que venía por delante. Decidió luchar y superarse a si mismo en tiempo récord e hizo del deporte, como siempre lo había hecho anteriormente, su arma más poderosa.
En el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo empezó con el pingpong, continuó con el tenis y finalmente encontró en el bádminton una nueva ilusión. La raqueta siempre se la había dado bien y a pesar de tener que superarse cada día en una silla que a penas controlaba, avanzó muy rápido.
Tanto que el seleccionador nacional le invitó a participar en el Campeonato Nacional de parabádminton celebrado este pasado noviembre. Esta experiencia, junto a todo el apoyo que esta recibiendo de todos vosotros, le ha hecho sentir esa ilusión de continuar siendo un deportista, que desea en un futuro poder llegar a las grandes categorías de competición. Y para ello necesita que le echemos un cable para comprar una silla de deporte con la que poder continuar sus entrenos de parabádminton a su regreso a casa.
Como dice Rozalén: “Si alguien detiene mis pies, aprenderé a volar”. Ayudemos a
Rubén, a ese chico que está ‘superbién’ y ‘supercontento’ a que lo consiga.
Una vez más, GRACIAS.
Organizer and beneficiary
Amigos de Rubén Nova
Organizer
Calvià
Rubén Nova Fernandez
Beneficiary
