FUTCH survival program

De nuevo, las medidas aprobadas por el gobierno de Catalunya, nos ponen en una situación extrema. Como trabajadores sexuales, culturales y del ocio nocturno, principales fuentes de ingresos de nuestra comunidad, nos encontramos en una situación de emergencia. El alquiler de nuestro espacio seguro en el Raval tenia que ser sufragado durante los primeros meses de 2022 a través de los ingresos de una gran fiesta de fin de año que ya no podrá celebrarse. Después de dos años luchando por mantener abierto este espacio crítico a 5 minutos del MACBA, nos vemos obligadas a bajar la persiana con perdidas que alcanzan los 50.000 euros.

Ni económica ni psicológicamente podemos sostener los abusos constantes y en ocasiones ataques físicos que han consumido el espacio y a las personas que lo sostienen. Estar en el ojo de grupos fascistas organizados era algo podíamos esperar, pero nunca pensamos en ser el blanco de una comunidad que cada vez menos sentimos como propia. Nos quedamos con les cientos de personas que habéis estado presentes y las miles de conversaciones e ideas que han tenido lugar durante este experimento y de las que voluntariamente no vamos a dejar registro.

Porque nuestra historia, nuestras historias y nuestros cuerpos han sido y son sistemáticamente indocumentados y excluidos de una historia de la que ya no vamos a participar. Barcelona se queda llena de espacios seguros, "queer" y críticos. Seguiremos luchando por tener acceso a ellos, denunciando el elitismo y el nepotismo, la diversidad como marketing y la falta de acción en los discursos de la izquierda blanca, también seguiremos adelante, y os pedimos ayuda para ellos, con proyectos urgentes de apoyo mutuo entre trabajadoras sexuales, artistas de la noche, indocumentadas y enfermas a quienes las nuevas medidas vuelven a marginar, aunque el individualismo y la falta de organización colectiva también nos deja aisladas y sin amparo.

Nos vemos pronto en las calles, haciéndolas (nuestras).