Rise up for Crispin!

Crispin Hernandez came to this country at the tender age of 17, determined to find work and help his family. When he arrived in upstate New York in 2012, he found a job at a dairy farm. Dairy farms are dangerous places to work, and Crispin regularly worked exhausting 12-hour shifts as a milker in this unsafe environment. Crispin, like many of his coworkers, was frequently prevented from taking a full 30-minute lunch break. Rest breaks were also hard to come by for Crispin and his coworkers – they often went entire shifts without being able to drink water or go to the restroom.

 

In 2014, frustrated by the constant abuses that he and his coworkers endured in the dairy, Crispin joined the Worker’s Center of Central New York (WCCNY) and the Worker Justice Center of New York (WJCNY). In joining these organizations, Crispin hoped to find a place to discuss workplace issues with fellow farmworkers and thus improve their working conditions. In 2015, after almost 3 years of working at the dairy, Crispin asked his supervisors for one day off to attend a meeting with WCCNY. This request would prove to be fateful. Immediately after attending the meeting, Crispin’s employer changed his usual work assignment from milker to a backup position – a job usually assigned to inexperienced workers. Despite this demotion, Crispin remained hopeful and continued to work hard.

 

Undeterred by this setback, Crispin continued to work to create better working conditions at the dairy. Part of this work included coordinating with WCCNY’s lead organizer to discuss the workers’ need to wear gloves to protect them from dangerous chemicals at the dairy—protection that the farm failed to provide. One of these meetings was interrupted by farm management, accompanied by the local police, who demanded that the WCCNY lead organizer leave the premises. This intimidation tactic was successful: Besides Crispin, only 1 other worker was still willing to participate in the organizing efforts. Shortly after this incident, Crispin was fired from the dairy and given 4 days to leave his living quarters. His former employer made him sign a termination notice in English – a language that Crispin did not know well at the time.

 

Crispin’s Dedication to Justice for His Community

In the face of these injustices, Crispin perseveres in his battle for justice for farmworkers. Crispin has been active in the fight to address labor law violations at farms across the state. Crispin was also the main plaintiff in Hernandez v. State of New York. Most recently, Crispin has been key to getting the Farm Laborers Fair Labor Practices Act passed, signed by the Governor in July 2019. While this is a huge victory, Crispin remains committed to the work that still remains to be done in New York state to help farmworkers exercise their rights, especially under these turbulent political times.

 

How You Can Help

 

While Crispin awaits his new work authorization permit, Cornell Law School's Farmworker Legal Assistance Clinic has started this campaign of community support to help Crispin survive, pay his bills, support his family, and put food on the table. Crispin’s family relies on his income to cover various medical and living expenses. Crispin continues to advocate for similarly situated workers on a volunteer basis and also fights his immigration case. Currently, Crispin resides at the Friends of Farmworkers house. Though Crispin does not pay rent at the Friends of Farmworkers house, the donations received will go toward Crispin’s, healthcare, meals, and costs associated with Crispin’s community work.

 

Any amount would help Crispin and his ongoing battle for justice.

 

 

Read more about Crispin's story and activism here:

https://www.nyclu.org/en/press-releases/appeals-court-recognizes-farmworkers-have-fundamental-right-organize

https://www.nytimes.com/2017/07/19/nyregion/new-york-farmworkers-to-argue-in-state-supreme-court-for-right-to-organize.html

https://documentedny.com/2018/08/17/farmworkers-struggle-to-unionize-in-new-york-crispin-hernandez-may-change-that/

Cornell Farmworker Legal Assistance Clinic:

https://www.lawschool.cornell.edu/academics/experiential-learning/clinical-program/farmworker-legal-assistance-clinic/

En Español:

Crispin Hernandez llegó a este país a la edad de 17 años, decidido a buscar trabajo y ayudar a su familia. Cuando llegó al norte del estado de Nueva York en 2012, encontró trabajo en una granja lechera. Las granjas lecheras son lugares peligrosos para trabajar, y Crispin trabajaba regularmente en turnos agotadores de 12 horas como ordiñador en estas condiciones inseguras. A Crispin, como a muchos de sus compañeros de trabajo, se le impedía con frecuencia tomar un descanso completo de 30 minutos para almorzar. Los descansos también eran difíciles de conseguir para Crispin y sus compañeros de trabajo;  pasaban turnos enteros sin poder beber agua o ir al baño.

En 2014, frustrado por los constantes abusos que él y sus compañeros de trabajo sufrían en la lechería, Crispin se unió al Worker's Center of Central New York (WCCNY) y al Worker Justice Center of New York (WJCNY). Al unirse a estas organizaciones, Crispin esperaba encontrar un lugar para discutir los problemas del lugar de trabajo con otros trabajadores agrícolas y así mejorar sus condiciones laborales. En 2015, después de casi 3 años de trabajo en la lechería, Crispin pidió a sus supervisores un día libre para asistir a una reunión con WCCNY. Esta solicitud resultaría crucial. Inmediatamente después de asistir a la reunión, el empleador de Crispin cambió su asignación de trabajo habitual de ordeñador a un puesto de respaldo, un trabajo que generalmente se asigna a trabajadores sin experiencia. 

A pesar de esta degradación, Crispin mantuvo la esperanza de mejorar las condiciones de trabajo y continuó trabajando duro. Parte de este trabajo incluyó la coordinación con el organizador principal de WCCNY para discutir la necesidad de los trabajadores de usar guantes para protegerlos de químicos peligrosos en la lechería, protección que la granja no proporcionó. Una de estas reuniones fue interrumpida por la administración de la finca, acompañada por la policía local, que exigió que el organizador principal de WCCNY abandonara las instalaciones. Esta táctica de intimidación tuvo éxito: además de Crispin, solo otro trabajador estaba dispuesto a participar en los esfuerzos de organización. Poco después de este incidente, Crispin fue despedido de la lechería y se le dio 4 días para dejar su vivienda. Su antiguo empleador le hizo firmar un aviso de despido en inglés, un idioma que Crispin no conocía bien en ese momento.

La dedicación de Crispin a la justicia para su comunidad

Frente a estas injusticias, Crispin persevera en su batalla por la justicia para los trabajadores agrícolas. Crispin ha participado activamente en la lucha para abordar las violaciones de la legislación laboral en las granjas de todo el estado de Nueva York. Crispin también fue el principal demandante en Hernandez v. State of New York. Más recientemente, Crispin ha sido clave para lograr la aprobación de la Ley de Prácticas Laborales Justas para los Trabajadores Agrícolas, firmada por el gobernador en julio de 2019. Crispin sigue comprometido con el activismo que aún queda por hacer en el estado de Nueva York para ayudar a los trabajadores agrícolas a ejercer sus derechos, especialmente en estos tiempos políticos turbulentos.

Cómo puedes ayudar


Mientras Crispin espera su nuevo permiso de autorización de trabajo, la Clínica de Asistencia Legal para Trabajadores Agrícolas de la Facultad de Derecho de Cornell ha iniciado esta campaña de apoyo comunitario para ayudar a Crispin a sobrevivir, pagar sus facturas, mantener a su familia y poner comida en la mesa. La familia de Crispin depende de sus ingresos para cubrir varios gastos médicos. Crispin continúa luchando por trabajadores en situaciones similares de forma voluntaria y también lucha por su caso de inmigración. Actualmente, Crispin reside en la casa de Friends of Farmworkers. Aunque Crispin no paga alquiler en la casa de Friends of Farmworkers, las donaciones recibidas se destinarán a Crispin's, atención médica, comidas y costos asociados con el trabajo comunitario de Crispin.


Cualquier cantidad ayudaría a Crispin y su continua batalla por la justicia.


Lea más sobre la historia y el activismo de Crispin aquí:

https://www.nyclu.org/en/press-releases/appeals-court-recognizes-farmworkers-have-fundamental-right-organize

https://www.nytimes.com/2017/07/19/nyregion/new-york-farmworkers-to-argue-in-state-supreme-court-for-right-to-organize.html

https://documentedny.com/2018/08/17/farmworkers-struggle-to-unionize-in-new-york-crispin-hernandez-may-change-that/

Cornell Farmworker Legal Assistance Clinic:

https://www.lawschool.cornell.edu/academics/experiential-learning/clinical-program/farmworker-legal-assistance-clinic/