Lilian quiere volver a ser como un árbol.

Lilian quiere volver a ser como un árbol

“Sí, un gran árbol de ramas abiertas, generosas…me gustaría volver a ser útil. Levantarme de esta silla con seguridad y caminar con firmeza, como antes. Mirar al frente y distinguir formas, colores; volver a leer, recuperar los movimientos de la mano para saludar y para acariciarte, hija querida”.

Son palabras de mi madre: Lilian Virgüez de Granados, quien sufrió tres ictus, también conocidos como ECV. Ha sido muy duro para ella y para mí, Lilian Granados, porque siempre fue muy activa (comenzó a trabajar a los 14 años).

Esta campaña creada hace más de un año (luego del primer ictus), nos ha ayudado a practicarle costosos exámenes, comprar medicamentos, pañales, entre otros requerimientos.

En este momento intento que viva de modo digno, en consonancia con los valores humanos universales y su espíritu luchador. Si comparamos su estado actual al de principios de año, ha mejorado, pero aún queda trabajo.

No tengo recursos financieros suficientes para cubrir gastos de fisioterapia, medicinas, atención de enfermería, alimentación especial, una operación de cataratas que mejoraría significativamente su condición, un trabajo odontológico para que pueda alimentarse como corresponde, una cama clínica, etc. Creo que nadie en Venezuela puede enfrentar el desafío de una enfermedad neurológica, como la de mi madre, sin ayuda. Se trata del país con mayor inflación del mundo y donde los servicios, incluidos los de salud, no funcionan o lo hacen de modo deficiente.

Ahora mismo no tiene control total del tronco y presenta rigidez en ambas manos que le impiden valerse por sí misma, pero tiene movilidad en ambas piernas y brazos. Con toxina botulínica y rehabilitación, su cuadro clínico puede mejorar. Está consciente y es criterio común de los especialistas que la han evaluado, que su estado cognitivo puede mejorar con terapia apropiada.

He tenido que dejar proyectos de vida a un lado por atenderla, he soportado dolor físico para levantarla, he pasado semanas sin dormir, me he endeudado; pero no puedo dejarla como un fardo en una esquina, porque es una mujer valiosa y siempre estuvo presta para ayudar a cambiar las angustias ajenas en sonrisas.

Agradezco infinitamente a quienes nos han apoyado en este tiempo tan duro, también a ti que has leído hasta aquí.

Creo firmemente que todos somos uno, y que un movimiento minúsculo y bien intencionado puede transformar vidas. La meta está a la vista. En las publicaciones presento detalles de su evolución. La he visto, a pesar de todo, bailar un vals.

De nuevo, gracias.

Lilian wants to be like a tree again

“Yes, I want to be a big tree with open, generous branches… I would like to be useful again. I want to get up from this chair safely and walk firmly, as before. I want to look ahead and distinguish shapes and colors; I wish I could read again, recover the movements of my hand to greet and caress you, dear daughter”.