Ayuda para Jorge Hernández en Venezuela
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Esto es una solicitud de ayuda para Jorge Luis Hernández Montero, de parte de sus hijos Manuel, Jorge y Agatha Hernández.
Jorge Luis Hernández Montero, nuestro padre, es una persona de 62 años de edad, alegre, luchadora y siempre bondadosa con todo el que lo rodea. Él es profesional en Fisioterapia, carrera que le permitió tener un gran recorrido en el fútbol profesional de nuestro país Venezuela. Nuestro padre trabajó para equipos como el Club Sport Marítimo de Venezuela, el Deportivo ItalChacao y para el Caracas F.C donde en este último estuvo por 15 años. Toda su vida ha sido una persona muy activa. Su profesión le permitió ayudar por voluntad propia a cualquier persona que se encontrase enferma, desde dar consejos y recomendaciones hasta hacer asistencia médica; siempre ha ayudado al otro incondicionalmente.
La historia por la que hoy estamos solicitando esta ayuda monetaria es la siguiente:
Un viernes 31 de enero de 2020 por la mañana, recordamos como si hubiese sido ayer, nuestro padre se despidió diciéndonos que en un rato estaría de vuelta a casa. Ni él ni nosotros sabíamos lo que nos esperaba, cómo nuestras vidas darían un vuelco.
Nuestro padre fue a realizarse un examen en uno de los hospitales ubicados en la ciudad de Caracas, Venezuela. Esto debido a nuestra limitada capacidad económica para cubrir los gastos que implica un Seguro Médico con una cobertura aceptable, siendo, por ende, imposible gozar de los servicios de cualquier Clínica, una realidad sumamente triste al tener en cuenta el hecho que la garantía de salud de una persona en un país está sujeta a su capacidad monetaria.
El examen consistió en una dilatación de esófago, ese tipo de exámenes donde al paciente le ingresan una especie de cámara para visualizar este órgano y una guía metálica de acero que sirve para dilatar. La desgracia empezó cuando uno de los “médicos gastroenterólogos” de este Hospital, por error le perforó a nuestro padre con la guía metálica antes mencionada, la unión esofagogástrica produciéndole pérdida del diámetro esofágico medio y distal, motivo por el cual lo tuvieron que ingresar de inmediato a quirófano la tarde del mismo 31 de enero. Él siempre ha sido un luchador y así lo demostró sobreviviendo a dicha operación contra casi que todos los pronósticos y expectativas médicas, y saliendo de una posterior terapia intensiva. Él vive desde el 01 de febrero con una sonda en su estómago por la que se alimenta de forma líquida, debido a que prácticamente todo su esófago fue destruido. Desde ese momento se ha encontrado delicado de salud, presentando una Anemia Crónica y por ende teniendo una dieta proteica con suplementos y alimentos específicos, que tienen un coste muy elevado.
Actualmente nuestro padre se encuentra en terapia intensiva porque tuvo una recaída, dándole tres golpes de Hipoglucemia, y al también costarle mucho respirar, se le realizó una placa de Rayos X y presenta un cuadro de Neumonía, necesitando estar conectado con oxígeno y recibiendo nebulizaciones diarias con antibióticos que tienen que correr por nuestra cuenta, los cuales no se consiguen con facilidad y son sumamente costosos, por lo que ahora todo esto se adiciona a la dieta específica; a los exámenes de laboratorio que tenemos que hacerle por nuestra cuenta porque en el Hospital no hay reactivos; a los medicamentos varios que tienen que suministrarle por su condición; a los diversos estudios que nos solicitan realizarle para poder ver su evolución y mantenerlo estable, los cuales en su mayoría solo están disponibles en clínicas privadas.
Todo esto ha conllevado a que él muchas veces se deprima a altos niveles por el hecho de no poder saborear nada, de no poder colaborar en el hogar, de pasar a llevar una vida literalmente monótona, llena de dolor, sufrimiento y desespero, además de que ha perdido una gran cantidad de peso corporal, a tal punto de verse irreconocible… Lamentablemente quizás él estaría compartiendo hoy con nosotros, con su alegría y apego a su familia que tanto lo caracterizaba, y nosotros no tendríamos que estar haciendo esta petición si el contexto actual de nuestro país fuese otro.
Durante estos meses hemos estado avocados a ayudarle a salir de la anemia crónica y a subir de peso de alguna u otra manera, para así poderlo someter a una segunda operación en la que le reconstruyan toda el área afectada, haciéndole un ascenso esofagogástrico y de esta manera pueda seguir llevando su vida como lo venía haciendo antes de que todo esto sucediera. Se trata de una operación altamente delicada y especializada, que tendría una duración aproximada de 9 a 12 horas, siendo por ello necesario que se haga en una Clínica con todas las condiciones de salubridad que lo ameritan y de las que todo ser humano tiene derecho a gozar, teniendo en cuenta el alto gasto que esto implica.
Debido a la singularidad del caso de nuestro padre, son muchos los estudios, medicamentos y suplementos que necesita, que junto a la operación que deben realizarle, es un costo impagable para nosotros, por lo que hoy, escribiendo esto, podemos sentir cómo el miedo reina día a día en nuestras vidas… Sentimos miedo, temor a no poder disfrutar más nunca con nuestro padre, a no poder tener esa oportunidad de aprovechar más el tiempo con él.
Por favor, hoy necesitamos de ti. ¡Ayúdanos! ¡Ayuda a salvar la vida de nuestro padre Jorge Hernández!
****(La Campaña está en Euros (€), pero igualmente se puede colaborar en Dólares Americanos ($). La conversión se hace de manera automática)****
Jorge Luis Hernández Montero, nuestro padre, es una persona de 62 años de edad, alegre, luchadora y siempre bondadosa con todo el que lo rodea. Él es profesional en Fisioterapia, carrera que le permitió tener un gran recorrido en el fútbol profesional de nuestro país Venezuela. Nuestro padre trabajó para equipos como el Club Sport Marítimo de Venezuela, el Deportivo ItalChacao y para el Caracas F.C donde en este último estuvo por 15 años. Toda su vida ha sido una persona muy activa. Su profesión le permitió ayudar por voluntad propia a cualquier persona que se encontrase enferma, desde dar consejos y recomendaciones hasta hacer asistencia médica; siempre ha ayudado al otro incondicionalmente.
La historia por la que hoy estamos solicitando esta ayuda monetaria es la siguiente:
Un viernes 31 de enero de 2020 por la mañana, recordamos como si hubiese sido ayer, nuestro padre se despidió diciéndonos que en un rato estaría de vuelta a casa. Ni él ni nosotros sabíamos lo que nos esperaba, cómo nuestras vidas darían un vuelco.
Nuestro padre fue a realizarse un examen en uno de los hospitales ubicados en la ciudad de Caracas, Venezuela. Esto debido a nuestra limitada capacidad económica para cubrir los gastos que implica un Seguro Médico con una cobertura aceptable, siendo, por ende, imposible gozar de los servicios de cualquier Clínica, una realidad sumamente triste al tener en cuenta el hecho que la garantía de salud de una persona en un país está sujeta a su capacidad monetaria.
El examen consistió en una dilatación de esófago, ese tipo de exámenes donde al paciente le ingresan una especie de cámara para visualizar este órgano y una guía metálica de acero que sirve para dilatar. La desgracia empezó cuando uno de los “médicos gastroenterólogos” de este Hospital, por error le perforó a nuestro padre con la guía metálica antes mencionada, la unión esofagogástrica produciéndole pérdida del diámetro esofágico medio y distal, motivo por el cual lo tuvieron que ingresar de inmediato a quirófano la tarde del mismo 31 de enero. Él siempre ha sido un luchador y así lo demostró sobreviviendo a dicha operación contra casi que todos los pronósticos y expectativas médicas, y saliendo de una posterior terapia intensiva. Él vive desde el 01 de febrero con una sonda en su estómago por la que se alimenta de forma líquida, debido a que prácticamente todo su esófago fue destruido. Desde ese momento se ha encontrado delicado de salud, presentando una Anemia Crónica y por ende teniendo una dieta proteica con suplementos y alimentos específicos, que tienen un coste muy elevado.
Actualmente nuestro padre se encuentra en terapia intensiva porque tuvo una recaída, dándole tres golpes de Hipoglucemia, y al también costarle mucho respirar, se le realizó una placa de Rayos X y presenta un cuadro de Neumonía, necesitando estar conectado con oxígeno y recibiendo nebulizaciones diarias con antibióticos que tienen que correr por nuestra cuenta, los cuales no se consiguen con facilidad y son sumamente costosos, por lo que ahora todo esto se adiciona a la dieta específica; a los exámenes de laboratorio que tenemos que hacerle por nuestra cuenta porque en el Hospital no hay reactivos; a los medicamentos varios que tienen que suministrarle por su condición; a los diversos estudios que nos solicitan realizarle para poder ver su evolución y mantenerlo estable, los cuales en su mayoría solo están disponibles en clínicas privadas.
Todo esto ha conllevado a que él muchas veces se deprima a altos niveles por el hecho de no poder saborear nada, de no poder colaborar en el hogar, de pasar a llevar una vida literalmente monótona, llena de dolor, sufrimiento y desespero, además de que ha perdido una gran cantidad de peso corporal, a tal punto de verse irreconocible… Lamentablemente quizás él estaría compartiendo hoy con nosotros, con su alegría y apego a su familia que tanto lo caracterizaba, y nosotros no tendríamos que estar haciendo esta petición si el contexto actual de nuestro país fuese otro.
Durante estos meses hemos estado avocados a ayudarle a salir de la anemia crónica y a subir de peso de alguna u otra manera, para así poderlo someter a una segunda operación en la que le reconstruyan toda el área afectada, haciéndole un ascenso esofagogástrico y de esta manera pueda seguir llevando su vida como lo venía haciendo antes de que todo esto sucediera. Se trata de una operación altamente delicada y especializada, que tendría una duración aproximada de 9 a 12 horas, siendo por ello necesario que se haga en una Clínica con todas las condiciones de salubridad que lo ameritan y de las que todo ser humano tiene derecho a gozar, teniendo en cuenta el alto gasto que esto implica.
Debido a la singularidad del caso de nuestro padre, son muchos los estudios, medicamentos y suplementos que necesita, que junto a la operación que deben realizarle, es un costo impagable para nosotros, por lo que hoy, escribiendo esto, podemos sentir cómo el miedo reina día a día en nuestras vidas… Sentimos miedo, temor a no poder disfrutar más nunca con nuestro padre, a no poder tener esa oportunidad de aprovechar más el tiempo con él.
Por favor, hoy necesitamos de ti. ¡Ayúdanos! ¡Ayuda a salvar la vida de nuestro padre Jorge Hernández!
****(La Campaña está en Euros (€), pero igualmente se puede colaborar en Dólares Americanos ($). La conversión se hace de manera automática)****
Organizer
Agatha Hernández Bolívar
Organizer
Madrid
