La multa desorbitada que me obliga a cerrar

Somos Casa Federica, un pequeño negocio familiar de comidas caseras abierto hace 10 años en el centro de Madrid.

Un sábado tres meses después de la tragedia relacionada con el aforo del Madrid Arena, el Gobierno de la Comunidad de Madrid dirigido por Ana Botella arrasó la capital en una campaña de control para quitarse culpas haciendo pagar a justos por pecadores.

Sobre las 23:00hrs, hora punta de las cenas, se presentaron tres agentes vestidos de paisano en el local. Actualmente nuestro aforo es de 49 personas, en ese momento era menos aún tras haber solicitado la ampliación personalmente en el ayuntamiento 3 años antes. La que había sido denegada por no hacerla con un estudio de arquitectos; cosa que nosotros en todo momento estuvimos dispuestos a realizar de esta forma.

Entregamos la documentación, todo en regla, y a continuación se dispusieron a contar a ojo desde la puerta del local las personas del interior. El aforo se superaba en ocho personas aunque según las propias anotaciones de los agentes el espacio quedaba despejado y con fluidez.  Más tarde recibimos la sanción desorbitada de 41.503€. 


Solicitamos de nuevo la ampliación, esta vez a través de un equipo de arquitectos, con los correspondientes gastos y nos la concedieron, ampliando el aforo de este mismo local a 49 personas, sin haber hecho modificación ninguna.


Después de tres años de litigios, hemos conseguido una reducción de la sanción hasta 10.000€ + intereses de demora que no paran de crecer, una cantidad aún muy superior a lo que podemos ganar con los ingresos que genera el local y han procedido a embargar la cuenta.


Queremos seguir trabajando y por eso confiamos que si podemos proceder a pagar la multa, aunque vaya en contra de nuestros principios, podremos continuar abriendo nuestras puertas y compartiendo comidas con todos vosotros. Estamos realizando este crowdfunding con la intención  de salir de esta situación, cualquier ayuda es bienvenida igual que todos ustedes como siempre en Casa Federica. Gracias!