Today, I find myself compelled to share the story of my mother, Jacqueline Silva Chávez, a woman whose life has been dedicated to the love and care of her family. For many years, my mother was an tireless caregiver to her own mother, who passed away about two months ago. Although she was never formally diagnosed, we believe her mother had cancer, as her health deteriorated rapidly, and her advanced age made it difficult to get a clear diagnosis.

What began as a tremendous loss for our family has been worsened by news that changed our lives: just two weeks ago, my mother began to experience serious health issues. After several tests and consultations, the doctors gave us a devastating diagnosis: Jacqueline has biphenotypic leukemia, one of the rarest and most severe forms of leukemia.

Currently, my mother has been hospitalized for three weeks, fighting for her life. Biphenotypic leukemia is an aggressive and complex disease that requires specialized treatment and constant medical monitoring. Fortunately, she began chemotherapy a week ago, but this process is extremely hard not only for her but also for our entire family.

In addition to the physical effects of chemotherapy, my mother is going through an enormous emotional burden. The psychological blow of facing such an unexpected illness has been overwhelming. And if that weren’t enough, the costs of treatment and medical care are exceedingly high. We need a multidisciplinary medical team that includes specialized care, medications, complementary therapies, and the proper infrastructure for her recovery, all of which are not covered by insurance.

As a family, we are committed to doing everything we can to provide the best possible care for my mother, but we need financial support to cover medical expenses, chemotherapy treatments, and the constant care she requires during her recovery process. Any donation, no matter how small, will make a huge difference in my mom’s life. She has been a pillar of love and strength for all of us who know her, and now it is her turn to receive that same support. We deeply appreciate you taking the time to read our story and for your generosity during this difficult time. If you cannot contribute financially, we will be equally grateful if you share this campaign with others.

Thank you for your unconditional support, for the love you give, and for keeping us in your prayers.

Hoy me veo en la necesidad de compartir la historia de mi madre, Jacqueline Silva Chávez, una mujer cuya vida ha estado dedicada al amor y cuidado de su familia. Durante muchos años, mi madre fue una cuidadora incansable para su propia madre, quien falleció hace aproximadamente dos meses. Aunque nunca fue diagnosticada formalmente, creemos que su madre padecía cáncer, ya que su salud se deterioró rápidamente y la edad avanzada hizo que fuera difícil obtener un diagnóstico claro.

Lo que comenzó como una enorme pérdida para nuestra familia, se ha visto agravado por una noticia que cambió nuestras vidas: hace tan solo dos semanas, mi madre comenzó a presentar problemas de salud graves. Después de varias pruebas y consultas, los médicos nos dieron un diagnóstico devastador: Jacqueline padece leucemia bifenotípica, una de las formas más raras y graves de leucemia.

Actualmente, mi madre lleva ya tres semanas hospitalizada, luchando por su vida. La leucemia bifenotípica es una enfermedad agresiva y compleja, que requiere un tratamiento especializado y un seguimiento médico constante. Afortunadamente, ha comenzado su tratamiento de quimioterapia hace una semana, pero este proceso es extremadamente duro no solo para ella, sino también para toda nuestra familia.

Además de los efectos físicos de la quimioterapia, mi madre está atravesando una enorme carga emocional. El golpe psicológico de enfrentar esta enfermedad tan inesperada ha sido abrumador. Y, por si fuera poco, los costos de los tratamientos y la atención médica son sumamente elevados. Necesitamos un equipo médico multidisciplinario que incluya atención especializada, medicamentos, terapias complementarias y la infraestructura adecuada para su recuperación, lo cual no está cubierto por el seguro.

Es por esto que me atrevo a pedir ayuda. Como familia, estamos comprometidos a hacer todo lo posible para brindarle el mejor cuidado posible a mi madre, pero necesitamos apoyo financiero para cubrir los gastos médicos, el tratamiento de quimioterapia, y las necesidades de atención constante que requiere durante su proceso de recuperación. Cualquier donación, por pequeña que sea, hará una gran diferencia en la vida de mi mamá. Ella ha sido un pilar de amor y fortaleza para todos los que la conocemos, y ahora le toca a ella recibir ese mismo apoyo. Les agradecemos profundamente por tomarse el tiempo de leer nuestra historia, y por su generosidad en este momento tan difícil. Si no pueden contribuir económicamente, les agradeceremos igualmente por compartir esta campaña con otros.

Gracias por su apoyo incondicional, por el amor que brindan y por mantenernos en sus oraciones.