POR UNA OPORTUNIDAD

Mi nombre es Hilda Teran tengo 57 años y vivo en Merida, Yucatán.

A continuación, les comparto la situación de salud que atravieso por la cual me permito acercarme a ustedes.

De forma temprana siendo una niña de 6 años se me detectó una deficiencia hepática, la cual, ha tenido mi vida al límite de la muerte con múltiples operaciones, cirugías que me permitieron tener una estable calidad de vida. Esta situación de salud me llevo al nulo pronóstico de poder embarazarme, pero años más tarde Dios me dio el más hermoso regalo de ser madre.

Hace 13 años, durante la adolescencia de mi hija y viviendo una etapa de plenitud y alegría, llegó una recaída siendo el diagnóstico, cirrosis hepatica avanzada por virus de hepatitis “C” (la muerte silenciosa) con un pronóstico de vida de 6 meses. Con la intervención de un equipo de médicos especialistas y de numerosas personas, las cuales, he llamado ángeles por acompañarme en este camino, cobijada de su amor y solidaridad es que me encuentro escribiendo estas palabras.

Después de 5 años de luchar con esa enfermedad, Dios nos mandó el medicamento necesario para erradicar el virus, sin embargo, eso trajo consecuencias en el hígado, una cirrosis no alcohólica que dejó un daño del 80% en el órgano; requiriendo de esta manera un transplante de hígado. Durante este tiempo he necesitado hospitalizaciones de emergencia, medicamentos y estudios interminables y costosos en los cuales he invertido todo mi patrimonio, dado que la enfermedad me mantiene incapacitada y aislada por las deficiencias de mi cuerpo y sistema inmunológico en espera del donante de hígado.

En dos ocasiones se ha presentado la posibilidad del donante pero no he alcanzado el recurso financiero necesario para la intervención y los cuidados posteriores del tratamiento.

Con la investigación de mis médicos se que es muy poco el porcentaje de personas que sobreviven a esta enfermedad y que están en espera de un órgano; estoy consiente que sin la ayuda y confiando en su buen corazón no podré recibir el órgano que puede salvarme, por lo cual, recurro a solicitar de su ayuda Por una Oportunidad más de vida.