Las vacaciones perfectas ahora son una pesadilla

Cuando te digan que la vida no cambia de la noche a la mañana, no les creas, porque de un segundo a otro puedes terminar con el alma desgarrada. Mi nombre es Heidi, soy madre de tres hermosas niñas y nunca imaginé que vería en estas condiciones a la de en medio, mi flaca.

Las vacaciones perfectas con los abuelos, las hermanas y las primas, eso parecía, pero un accidente lo nubló todo.

Aquel paseo en el raiser jamás lo voy a olvidar, la gente corriendo y pidiendo auxilio. Ahí estaba mi hija, el raiser se había volteado y su brazo quedó destrozado.

¿Cómo le haces para ser fuerte?, ¿Cómo miras a los ojos a tu hija para decirle que todo estará bien? Quería que fuera mi brazo, estaba hecho pedazos, pero no más que su mirada.

Desde el día uno nos mencionaron la palabra amputación, pero me negué, hemos saltado de un médico a otro. Dijeron que perdería el brazo y ya casi se cumple un año y aquí seguimos luchando. Dijeron que no lo volvería a mover, pero lo está haciendo.

Tal vez su brazo es tan obstinado como ella, sé que no se va a dejar vencer, pero esto no ha sido fácil. Muchas lágrimas, muchas ganas de tirar la toalla, mucho estrés, muchos medicamentos costosos.

Sin duda, no se lo deseo ni a mi peor enemigo. ¡Tuvieron que quitarle piel de su pierna y de su espalda para reconstruir el brazo!

Los estudios en el IMSS liderados por el Cirujano plástico Moran y Traumatólogo Pérez Van Dick decían que sólo tendría un 30% de movilidad.

Una semana con buenas noticias y otra con las peores. El brazo se infectó y la amputación volvió a la mesa. Mi flaca, mi Evelyn me decía:

"Mamá si me lo cortan no quiero vivir y no es amenaza solo les digo que si eso pasa ya no quiero vivir"

Mi corazón se hacía pedazos mientras conseguía el medicamento sugerido por la infectóloga. Un medicamento muy costoso, ronda en los 27 mil pesos mexicanos y entre familiares y el jefe de mi hija pudimos comprarle dos cajas.

Ahorita necesitamos recaudar dinero para pagar el seguro médico, pues ya se le acabó su incapacidad en el trabajo y no tiene las suficientes semanas para entrar en la categoría de pensionada. Además, hay que comprar un segundo antibiótico, pues la bacteria no se ha ido del todo.

Yo hago rifas y agradezco el apoyo de toda la familia, amigos y amigos de mis amigos que me han apoyado. Pero no es suficiente. De todo corazón les pido si pueden apoyar a mi hija para que no le amputen el brazo. Es necesario pagar los medicamentos, los procedimientos, las consultas y los estudios.

En los últimos 10 meses ha sido sometida a 8 cirugías. Mi hija quiere vivir, quiere ser funcional. Sin embargo, me ha pedido que la deje morir cada que tiene los dolores fuertes porque ya no puede más.

¡Yo sé que mi niña puede! Ahorita, estamos investigando con un traumatólogo privado, es el que ha hecho la primera prótesis de codo aquí en Tijuana. Pero, primero necesitan atacar la bacteria que trae y para eso se necesita el antibiótico.

Recurro a este medio de manera desesperada, tu apoyo hará la diferencia. Por favor, no nos dejes solos en esta pesadilla. Mi hija requiere 17 cajas de medicamento y cada una cuesta alrededor de 35 mil pesos. Este tratamiento es por 8 semanas. ¡Son 595 mil pesos en dos meses! No podemos solos. Eso sin contar, el pago del seguro médico. Esto sólo es el inicio, si salvamos su brazo de la infección podemos pensar en una prótesis a futuro.

Con el corazón en la mano te pido, ¡ayuda! Mi hija está destrozada físicamente, pero su alma está apagada, ya no es la misma, esta foto sólo es un recuerdo de lo que un día fue...