In Memory of Antonio Zeferino: Funeral Aid

Story

My name is Esperanza Zeferino, daughter of Antonio Zeferino, and on June 28th the unimaginable occurred. My dad was in an accident involving a car and ended up with severe head, brain, and neck injuries. My dad was in a coma and on a ventilator, we were ultimately left with the choice to let my dad pass peacefully or keep him on a ventilator and feeding tube and if he ever woke up one day he would’ve been paralyzed from the neck down and there was no telling how much quality of life he would have. Anyone that knew my dad knew how much light and energy he would bring, my dad loved to live and enjoy every second of every day. He was the kind of person who lit up a room just by walking into it. He had a smile that could lift your spirit on your worst day and a heart so big that he would give without expecting anything in return. He was a hard worker, a devoted friend, husband, grandpa, and above all, a loving father and family man. My dad passed away on July 7th, and it is with this that I come today with a heavy heart to ask for support. As we now prepare for his final farewell, I come to you with deep gratitude for any support you can offer. If you are able to help, any donation- no matter the amount-will be deeply appreciated by our family during this incredibly difficult time. Thank you for reading, for sharing, and for keeping my dad’s memory alive. — Me llamo Esperanza Zeferino, hija de Antonio Zeferino, y el 28 de junio ocurrió lo inimaginable. Mi padre sufrió un accidente automovilístico y terminó con graves lesiones en la cabeza, el cerebro y el cuello. Estaba en coma y conectado a un respirador artificial. Al final, nos vimos obligados a elegir entre dejarlo morir en paz o mantenerlo conectado a un respirador y una sonda de alimentación. Si algún día despertaba, habría quedado paralizado del cuello para abajo y nadie sabía qué tan buena vida tendría. Cualquiera que conociera a mi padre sabía cuánta luz y energía aportaba; a mi padre le encantaba vivir y disfrutar cada segundo de cada día. Era de esas personas que iluminaban cualquier habitación con solo entrar en ella. Tenía una sonrisa que podía levantarte el ánimo en el peor día y un corazón tan grande que daba sin esperar nada a cambio. Era un gran trabajador, un amigo devoto, esposo, abuelo y, sobre todo, un padre y hombre de familia cariñoso. Mi padre falleció el 7 de julio, y por ello, con gran pesar, vengo hoy a pedirles apoyo. Mientras nos preparamos para su último adiós, les agradezco profundamente cualquier apoyo que puedan brindar. Si pueden ayudar, cualquier donación, sin importar la cantidad, será profundamente apreciada por nuestra familia en estos momentos tan difíciles. Gracias por leer, compartir y mantener viva la memoria de mi padre.