David Saavedra fue un hombre amable y generoso que tocó las vidas de todos los que lo conocieron. Amaba profundamente a su familia y sentía una gran pasión por su panadería, Diana’s Bakery, donde trabajó incansablemente durante años y construyó relaciones entrañables con sus clientes. Aquellos que conocieron a David lo recuerdan como un alma cálida y compasiva, siempre dispuesto a ayudar sin dudar.

En la madrugada del 13 de diciembre, David fue llamado a casa, dejando a su familia con un profundo dolor y la carga económica de organizar un funeral. Su familia desea honrar su último viaje regresándolo a México, donde podrá descansar en paz. Cualquier donación, sin importar el tamaño, sería de gran ayuda en este momento tan difícil. Gracias por su apoyo y generosidad.

David Saavedra was a kind and generous man who touched the lives of everyone he met. He loved his family deeply and had a great passion for his bakery, Diana’s Bakery, where he worked tirelessly for years and built cherished relationships with his clients. Those who knew David remember him as a warm and compassionate soul who always gave without hesitation.

On the morning of December 13th, David was called home, leaving his family with immense heartache and the financial burden of arranging a funeral. His family wishes to honor his final journey by returning him to Mexico, where he can be laid to rest. Any donations, no matter the size, would be a tremendous help during this difficult time. Thank you for your kindness and support.