Echa pa' Lante a Eche/ Mrs. Orta

Somos lo que somos por los maestros que nos educaron. Ellos nos dieron tanto cuando pequeños. Ahora nos toca a nosotros dar... 

Para los que no estudiaron en el Colegio Espíritu Santo de Hato Rey. Les doy un trasfondo de una de las maestras ilustres de nuestro colegio. Mrs. Echevarría/ Mrs. Orta lleva dando clases en el colegio un millar de años. Nadie sabe con precisión cuando  comenzó a dar clases allí pero lo cierto es que todos la conocímos mayorcita. Ella ha dado clases de español, historia, estudios sociales, salud (al menos que yo sepa).  Todas las ha dado con mucho entusiasmo y convicción pues es fiel creyente de que la educación es primero. Todos los que pasamos por sus manos y también por una que otra mirada de enojo por esos grandes negros y brillantes ojos tuvimos el honor de aprender pura sabiduría. Sus clases no sólo se limitaban a enseñarnos lo que decían los libros sino que también nos enseñaban a pensar críticamente, a relacionarnos, a ser leales a nuestros ideales, a respetar, a amar. Aun en su más reciente rol en el colegio como bibliotecaria (ya a sus casi ochenta años) es influyente en la formación de los niños que allí la visitan en donde se encarga de fomentar la sed por el conocimiento.

Entristecedoramente, el  pasado mes Mrs. Echevarría/Orta sufrió una caída en el Colegio en la que tuvo como  resultado fractura del fémur. Como sabemos lo fuerte que es ella, se sometió a cirugía y le hicieron el transplante. Todo salió bien. Sin embargo, a menos de un mes de su operación se tuvo que reincorporar al Colegio ya que su situación económica no le permite quedarse en su casa reposando.Todos sabemos la realidad casi vergonzosa que viven nuestros maestros en el país y más aquellos de colegios privados.

Aunque con ánimo Mrs. Echevarría/Orta va al Colegio, la realidad es que sufre de un dolor inaguantable debido a la fractura y al poco reposo que ha llevado. Debemos ayudarla. Debemos ayudarla a que pueda recuperarse del todo. Ella merece quedarse en su casa y no tener que preocuparse por sus obligaciones económicas.